Ejército profesional

Que el Ministerio de Defensa está teniendo dificultades para alcanzar los 102.000 militares de tropa profesional previstos en la ley y presupuestados para este año, conformándose ya con llegar a los 80.000, es público y notorio, a pesar de haberse rebajado las condiciones hasta límites muy inferiores a los exigidos en las demás administraciones públicas para puestos de la misma categoría.

Sin embargo, los ejércitos profesionales necesitan hoy atraer a los hombres y mujeres mejor preparados, dentro de cada nivel, en competencia con las empresa privadas y otras administraciones. Para ello es preciso que se ofrezcan a los posibles aspirantes unas condiciones militares de trabajo similares o mejores que las del mundo civil, dada la responsabilidad y entrega absoluta que se les va a exigir en defensa de España y del orden internacional. Entre tales condiciones, además de las de carácter económico, que han de ser competitivas, están las del reconocimiento pleno de los derechos constitucionales, incluido el de asociación, sin ninguna prohibición y sin más limitaciones que las imprescindibles (huelga y manifestación de uniforme). Así ha tenido ocasión de recomendarlos a nuestros parlamentarios la más alta representación de la federación de asociaciones de militares europeos (Euromil), a través de su presidente (Jens Rotboll, suboficial mayor danés) y secretario general (Ulrich A. Hundt, almirante alemán), durante su reciente reunión en España con los representantes de nuestras asociaciones Amarte, Ame y Ciofas, integradas en Euromil.-