El comité de empresa del Prado, contra su ampliación

El proyecto de ampliación del Museo del Prado 'es contra natura' porque divide las colecciones, según manifiesta el conservador más antiguo de la pinacoteca, Antonio Solano, quien también es presidente del comité de empresa. Solano, experto en museología y vicepresidente de ICOMOS, el organismo asesor de la Unesco para las ciudades Patrimonio de la Humanidad, afirma que la tendencia actual es la de concentrar las colecciones para que el público 'pueda ver lo mejor en poco tiempo'.

Por esta razón, según Solano, el proyecto de ampliación del Prado, que prevé incorporar la sala de reinos del Museo del Ejército como espacio expositivo, 'va en contra de una visión moderna de la museística' y hará que el Prado pierda visitantes.

La prueba de que la dispersión resta visitantes, en opinión del conservador, es que el Prado ha tenido 1,9 millones de visitas en 2000, mientras que el cercano Museo Thyssen sólo recibió 600.000. 'Ni siquiera la mitad de las personas que visitaron el Prado optaron después por acercarse al Thyssen', añadió.

El 'cubo' de Moneo

Para este conservador, la pinacoteca madrileña no necesita el espacio del Museo del Ejército para su ampliación, aunque reconoció que es preciso ampliar la pinacoteca para ganar espacio para talleres de restauración, almacenes, una sala de exposiciones que está previsto instalar en el cubo diseñado por Rafael Moneo, y, sobre todo, espacio para el visitante. Sobre el cubo que se construirá en el claustro de la iglesia de los Jerónimos, Solano dijo que 'dilapida el espacio' y, aunque subrayó que Moneo 'es un excelente arquitecto', dudó de que sea 'un genio para construir museos'. 'Un museo 'debe ser un edificio funcional y humilde, al servicio de las obras que contiene, no al revés', subrayó Solano, quien añadió que, con la ampliación, el Prado tendrá un 67% de su espacio dedicado a exposición, 'cuando lo moderno es que no pase del 40%'.

En opinión del presidente del comité de empresa, los museos actuales están pensados como servicio al público, por lo que debe haber más espacio para los visitantes, con zonas para descansar, cafetería o guardarropa. 'Al cuerpo general del museo no se nos ha consultado nada', dijo.

Solano cifró entre 55.000 y 65.000 millones de pesetas el coste real de la ampliación del museo, ya que, subrayó, 'no sólo hay que computar los 8.000 millones de pesetas que costará el cubo de Moneo: hay que incluir las cubiertas, la ampliación por la parte posterior, las reformas del Casón del Buen Retiro y del Museo del Ejército y la adaptación del Alcázar de Toledo, a donde se quiere trasladar este museo'. A ello hay que añadir el coste de las obras necesarias para unir todos estos espacios y el traslado de las piezas del Museo del Ejército hasta Toledo.