Decenas de víctimas al caer un autobús al Duero en Portugal
El siniestro se produjo alrededor de las diez de la noche, pero no fue conocido hasta horas más tarde debido al retraso de los equipos de rescate, llegados en primer lugar de las poblaciones cercanas, en evaluar la magnitud del accidente y las dificultades de comunicación en la zona.
Los responsables de Protección Civil enviados al lugar de la tragedia informaron alrededor de la una de la madrugada (las dos en la España peninsular) de que los equipos de salvamento sólo habían conseguido localizar un cadáver. Algunos habitantes de la zona, que se congregaron por cientos en el lugar del accidente, declararon haber visto multitud de cuerpos arrastrados por las aguas del Duero.
Dichas fuentes explicaron a esas horas que no existían noticias de supervivientes, y todos los indicios hacían presagiar una tragedia con los peores resultados posibles, dado que los vehículos cayeron desde una altura de unos 30 metros a las profundidades del río Duero, navegable a lo largo de unos cien kilómetros desde su desembocadura. El cauce estaba muy crecido por las lluvias que, como en el resto de la Península, han caído de forma insistente en los últimos días.
Algunos miembros de los servicios de rescate, vecinos de la zona y el alcalde de Castelo de Paiva achacaron la responsabilidad del accidente al mal estado de conservación del puente, cuyo tablero central se desplomó completamente sobre las aguas.
'El puente desapareció'
Una radio local explicó anoche que los vehículos comenzaban a atravesar el puente cuando se oyó un gran estruendo y todo el puente desapareció. Dichas fuentes aseguraron que alrededor de 1.800 vehículos atravesaban diariamente el puente e informaron de que las quejas sobre la mala conservación de la estructura habían sido trasladadas a los responsables del Departamento de Obras Públicas.
La Dirección de Protección Civil alertó este fin de semana del frente frío que azotaría el país, que ha causado numerosos accidentes a lo largo de los dos últimos días.
Por su parte, el secretario de Estado de Obras Públicas, Luis Parreirão, declaró a la televisión portuguesa RTP que 'el Gobierno sabía que era necesaria la construcción de un nuevo puente' y que el concurso para la adjudicación del contrato estaba previsto para el final del primer trimestre de este año, lo que augura una polémica política en Portugal. El puente, de tres metros de ancho, fue construido en el año 1886.
El alcalde de Castelo de Paiva, Paulo Teixeira, afirmó anoche a la cadena de televisión privada SIC que 'es muy difícil prever el número de víctimas de esta desgracia, aunque los vecinos de la zona apuntan un número que rondaría las 77 personas. Ahora mismo ese número es imprevisible'. El alcalde denunció el mal estado del puente. 'He denunciado la falta de condiciones de seguridad a dos ministros y a dos secretarios de Estado; desgraciadamente ninguno tomó en cuenta mis advertencias; esto es inadmisible'.
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