Un pequeño que supo seducir a los grandes

A finales de este mes de marzo, uno de los clásicos de la bolsa española dice adiós, al menos temporalmente, al mundo financiero. Un adiós rodeado de una historia de éxito profesional y también con un final muy propio de buena parte de la clase empresarial de este país. Salvador García-Atance, abandona la presidencia de la firma Morgan Stanley Dean Witter, tras la compra hace dos años por parte de esta multinacional, de AB Asesores, la firma que fundase en 1984 junto a los agentes de cambio y bolsa, Pedro Guerrero e Ignacio Garralda.

Una compra que aportó a sus socios más de 50.000 millones de pesetas, según los datos que se facilitaron a la Security Exchange Commision (SEC) y que puso fin a un empeño empresarial que se basaba en la independencia frente a los emporios bancarios, tanto nacionales como extranjeros. El gran acierto de García-Atance y sus socios fue la creación de una tupida red de sucursales en las provincias españolas que les permitieron plantar cara a los grandes bancos, convencidos de que el inversor particular no recibía un trato demasiado esmerado por parte de las grandes instituciones. El auge de los fondos de inversión fue especializando esta compañía hacia la captación de clientes que engordasen sus volúmenes gestionados.

Poco después de cumplir los 50 años, este pamplonica tendrá que buscar nuevas actividades, aunque aficiones y dinero no le faltan para cubrir su tiempo. Él no entró en el escogido grupo de amigos del partido en el Gobierno que ahora -colegas suyos en el mundo bursátil- presiden las primeras compañías españolas y comparten la gestión de los grandes bancos.

García-Atance tiene un excelente currículo de doctor en Ciencias Económicas y de Técnico Comercial y Economista del Estado. Sin embargo, su pasión está ahora en la presidencia de la productora cinematográfica Lola Films -La Comunidad- y en sus continuos retos de alpinista en las montañas más altas del mundo. Eso sí, confiesa que no participará en proyectos de Internet.