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Escándalo en Francia por un libro sobre cuentas bancarias secretas

Un libro sobre cuentas secretas de la banca y grandes empresas internacionales amenaza con desatar un escándalo en Francia. La sociedad Clearstream, principal acusada en la obra, y dedicada a la compensación entre intermediarios financieros, negó ayer haber puesto en pie un sistema de cuentas secretas para la ocultación de operaciones financieras, que le imputan los autores del libro Révélations, de inminente publicación en Francia.

Firmado por un ex directivo de dicha entidad, Ernest Backes -despedido hace 17 años- y por el periodista Denis Robert, este libro sostiene que la mitad de las 15.000 cuentas administradas en esa sociedad son secretas y responden a las necesidades de sus titulares de blanquear dinero u ocultar fondos procedentes de la corrupción, el narcotráfico y otros negocios sucios.

Clearstream, con base en Luxemburgo, es el fruto de la fusión entre la antigua sociedad luxemburguesa Cedel y la sociedad de compensación de la Bolsa de Francfort. Su presidente, André Lussi, aseguró ayer que su sociedad 'no tiene absolutamente nada que reprocharse' y que todas las cuentas de Clearstream están auditadas por KPMG, además de anunciar acciones judiciales. La sociedad existe desde finales de los años sesenta y actualmente realiza 150.000 transacciones por año.

Los autores del libro en cuestión afirman que, a comienzos de 1995, la entidad gestionaba más de 4.200 cuentas, de las cuales 1.900 eran secretas para los demás usuarios del sistema -'no publicadas', según la terminología usada en la obra-. Cinco años después, el número global de cuentas había crecido hasta 15.000, la mitad 'no publicadas'.

Servicio Secreto

Los autores atribuyen una de ellas al Servicio Secreto francés, cuando, según ha precisado el Banco de Francia a este periódico, el número de cuenta citado corresponde a la dirección del servicio extranjero del banco oficial.

Si en un principio el sistema de compensación estaba limitado a los bancos, posteriormente se autorizó también la apertura de cuentas de empresas industriales: Unilever, Accor Wagons-Lits, Shell o Siemens, entre otras, habrían tenido o tienen aún cuentas secretas en la citada entidad. Entre las cuentas supuestamente secretas, los autores mencionan una del Banco Santander Noroeste, domiciliada en las islas Caimán, y otra del BBV Privanza, en Jersey.

Otros capítulos del libro están dedicados a otros escándalos. Así, se habla del hombre de negocios Nadhmi Auchi, de origen iraquí, contra quien la justicia francesa ha dictado una orden internacional de captura como intermediario en la venta de la compañía española Ertoil al grupo francés Elf-Aquitaine en 1991. El ex presidente de la Comisión Europea, Jacques Santer, habría entrado recientemente en el holding constituido por Auchi, siempre según los autores, que nada explican acerca de la relación que puedan tener esos datos con las cuentas secretas que constituyen el objeto del libro.

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