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Un estudio municipal alerta de la peligrosidad de los túneles de Cristo Rey, O'Donnell y Chamartín

Ninguno de los 11 subterráneos tiene medidas de seguridad en caso de accidente o incendio

Antonio Jiménez Barca

En el pleno municipal del pasado jueves, el concejal socialista Eugenio Morales aseguró: 'Los túneles madrileños no son seguros'. El edil basó esta afirmación en un informe, encargado por el propio Ayuntamiento, en el que se examinan con lupa tres de los pasos subterráneos más importates de la capital: el de O'Donnell, de 300 metros de largo; el de Cristo Rey, de más de 500 metros, y el de Chamartín, de 815 metros. Ninguno de los tres tiene salidas de emergencia y la única manera de salir o entrar en ellos es por las rampas que normalmente utilizan los coches.

El informe, titulado Estudio sobre la seguridad de túneles urbanos de Madrid, además de proponer una serie de recomendaciones al Ayuntamiento para mejorar los túneles de la capital (Madrid cuenta con 11 grandes pasos subterráneos), adjunta un análisis de los subterráneos de Cristo Rey, Chamartín y O'Donnell. Ninguno de ellos cuenta con apartaderos de emergencia, esto es, sitios en los márgenes del carril para que aparquen coches averiados. Además, ninguno de los túneles examinados dispone de cámaras de vídeo y no hay ningún sistema que permita a la policía o a los bomberos hacer un seguimiento de lo que ocurre dentro de los subterráneos.

Tampoco los pasos de Cristo Rey, O'Donnell y Chamartín cuentan con altavoces o con métodos para advertir a los automovilistas que circulan por el interior de que se ha producido un accidente o una emergencia. Los dos primeros carecen, además, de teléfonos de emergencia, aunque, según se indica en el informe, 'en el interior de los pasos subterráneos sí que funcionan los teléfonos móviles'.

El estudio encargado por el Ayuntamiento hace hincapié en que ninguno de los tres túneles posee salidas de emergencia o caminos especiales, marcados por luces, para que salgan tanto automóviles como peatones en caso de accidente. Ni las ambulancias, ni los coches de bomberos cuentan, para entrar en estos túneles, con más vías que las rampas de acceso o de salida.

Sin planes de emergencia

Los subterráneos de Cristo Rey y de O'Donnell, los más modernos, cuentan con sistemas de detección de incendios, con estintores y con mangueras antifuegos. No así el de Chamartín, que no dispone de ninguno de estos sistemas, según el informe. El de Chamartín, en cambio, incorpora un sistema para detectar altas concentraciones de CO2, algo de lo que carecen los otros dos pasos subterráneos. Tampoco en el capítulo de controles o de planes de incendios estos tres túneles madrileños alcanzan buena calificación. El Ayuntamiento no tiene planes de emergencia especiales para ninguno, si bien los bomberos no los visitan regularmente para familiarizarse con ellos.

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En el informe se hace al Ayuntamiento una serie de recomendaciones encaminadas a mejorar no sólo la seguridad de estos tres pasos subterráneos, sino la de todos los túneles de la ciudad. Los expertos que han elaborado el estudio aconsejan la colocación de cámaras de circuito cerrado y sensores de temperatura en todos los pasos subterráneos de la ciudad. Otra de las medidas recomendadas es la de instalar semáforos 'o medios' que impidan o prevengan que los vehículos entren en el interior en caso de haberse producido un accidente. En la actualidad, ninguno de los 11 pasos subterráneos dispone de este sistema.

El pasado 10 de enero, un conductor puso en conocimiento del municipio, por medio de una reclamación, el accidente en el que se vio afectado en el túnel de Costa Rica y que, según él mismo refería en el escrito, 'pudo haber acabado en tragedia'. 'Yo iba conduciendo', relató entonces, 'y entré en el túnel. Nadie me había avisado de nada en la entrada [el túnel de Costa Rica, como cualquier otro de Madrid, carece de los semáforos indicadores a la entrada reclamados por el informe]. Ya dentro, vi, junto a otros muchos automovilistas, un coche ardiendo. Nos paramos. Muchos queríamos dejar los coches y salir del túnel andando, pero uno del grupo comentó que no, que mejor rebasar el coche en llamas en nuestro automóvil. Pero había atasco. No podíamos ir ni para delante ni para detrás. Si el coche en llamas hubiera explotado nos habría pillado'.

Críticas de Morales

El concejal socialista Eugenio Morales criticó el viernes que el PSOE 'ha venido denunciando desde hace tiempo que los túneles de Madrid no son seguros porque no cumplen la normativa, y el gobierno de Álvarez del Manzano lo único que ha hecho al respecto es encargar un estudio que vuelve a repetirlo'. 'No queremos un estudio. Queremos que arreglen los pasos subterráneos desde el punto de vista de la seguridad', añadió el edil socialista.

Morales recordó que el alcalde 'ha sido el gran impulsor de los túneles en Madrid y es el que ha condenado a los madrileños no sólo a circular bajo tierra, sino a circular bajo tierra sin seguridad'. En el pleno municipal del jueves, el PSOE presentó una propuesta encaminada a que se subsanasen las deficiencias de los pasos subterráneos de Madrid. El concejal de bomberos, Miguel Ángel Araújo, del PP, la rechazó. 'Araújo me respondió con frivolidad, y actuó con más frivolidad todavía rechazando la propuesta', señaló Morales, que, sin embargo, considera responsable del asunto a la concejal de Policía, María Tardón. 'Tardón prometió hace años que iba a arreglar este tema, pero no ha cumplido', concluyó el edil socialista.

María Tardón aseguró a mediados de enero que el Ayuntamiento tiene previsto instalar cámaras de seguridad en algunos de los túneles más largos de Madrid. La edil añadió que estos circuitos de control remoto se colocarán en los pasos subterráneos de Cristo Rey y de Ríos Rosas.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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