El consejero de Justicia dice que el ataque al centro de menores dificulta el autogobierno

El centro de menores de Zumárraga es autogobierno en su estado más puro y este atentado 'dificulta aplicar nuestra capacidad de autogobierno', dice el Departamento vasco de Justicia. Un centro 'modélico', como recordó ayer el consejero de Justicia, Sabin Intxaurraga (EA), para hacer cumplir la nueva legislación sobre delitos cometidos por menores y que ya no verá abrir sus puertas en mayo. Había costado 687 millones de pesetas y se estaba negociando con las autonomías limítrofes para acoger a sus menores.

Con la nueva Ley Penal del Menor, los jóvenes condenados por delitos de kale borroka, en principio iban a cumplir su pena fuera de Euskadi. El actual equipo de Justicia no descartaba solicitar el cumplimiento de esas penas en Euskadi. Intxaurraga lo presentó a mediados de enero.

Con cabida máxima para 40 internos en sus cinco módulos, el centro cuenta con un total de 3.210 metros cuadrados. Con el fin de introducir en la rueda de la inserción social a los menores, había desde talleres de carpintería o soldadura, hasta cursos de horticultura y jardinería. Para practicar deporte había al aire libre una piscina, una pista de jogging, un campo de futbito y un frontón, además de un polideportivo con aparatos de gimnasia, boxeo y canastas de baloncesto.

La seguridad para evitar fugas iba a ser mínima y no estaba prevista la presencia de la Ertzaintza.