Getafe compra un sonómetro para medir la vibración causada por el tren

El Ayuntamiento de Getafe ha comprado un sonómetro para comprobar el ruido y las vibraciones que sufren las viviendas desde que se soterraron las vías del tren en el centro del municipio. El martes está prevista una reunión entre las partes afectadas para buscar soluciones, según anunció ayer el alcalde getafense, Pedro Castro, del PSOE.

El sonómetro ha sido importado desde Francia y ha costado más de medio millón de pesetas. Lo ha comprado la Concejalía de Medio Ambiente y se trata de un medidor de alta frecuencia y mucha sensibilidad, según explicó Castro. Los vecinos serán los encargados de medir y determinar así cuáles son las 15 viviendas que más problemas sufren. 'Los trabajos de la máquina amoladora [que lima los bordes de las vías] de Renfe no han resuelto los problemas. Habrá que tomar medidas urgentes para que se solucionen cuanto antes', señaló el alcalde de Getafe. Unas 400 viviendas sufren vibraciones, según fuentes municipales. En el Ayuntamiento se han presentado cerca de 80 reclamaciones por este motivo.

Encargo a los arquitectos

Los vecinos se reunirán la semana próxima con las empresas constructoras, los responsables municipales, la Comunidad de Madrid y Renfe. En la reunión se discutirá a qué gabinete de ingenieros se encarga el estudio del ruido y de las vibraciones. Además, se pedirá a estos técnicos que den soluciones a estos problemas. Pedro Castro señaló ayer que lo más probable es que el estudio del arquitecto Eduardo Torroja sea al que se le encargue el estudio. Su coste será sufragado a partes iguales por el Ayuntamiento y por la Consejería de Obras Públicas. 'Queremos que el final de estos problemas llegue cuanto antes porque las soluciones se están demorando demasiado y hay mucha gente afectada. Por eso es mejor acudir a los especialistas en estos casos', concluyó el regidor getafense.

En la reunión también se exigirá a las empresas constructoras que comiencen los trabajos de reparación de los desperfectos que han producido en algunas casas. Las compañías se habían dado como plazo el final de las obras, dentro de unos dos meses, cuando ya estuviera construido el bulevar que estará encima del trazado de las vías. El próximo martes el consistorio getafense les exigirá que esos trabajos comiencen en breve, ya que no existen grandes máquinas en la zona de obras que puedan retrasar estas reparaciones. 'Todas estas reparaciones deberán tener el visto bueno de los propietarios, y hasta que no queden bien no terminarán', concluyó Castro.

El Ayuntamiento ya solicitó que no se devolvieran los avales a las empresas constructoras hasta que hayan terminado las reparaciones. Esta medida supone que el Gobierno regional retenga garantías por valor de unos 600 millones de pesetas, por si fuera necesario emprender de forma particular esas mejoras.