Diez mujeres de la élite económica optan a socias del Círculo del Liceo

Bolas blancas y bolas negras. Al estilo de los exclusivos clubes británicos, desde este mediodía y hasta las 21.00 horas de mañana los socios del Círculo del Liceo votarán la admisión de los candidatos a socios. Unos candidatos en cuyas listas por primera vez en los 154 años de historia de la institución se incluyen nombres de mujeres. La candidatas, un total de 10, constituyen un selecto grupo de representantes del mundo artístico, económico y social catalán, y cuentan para sus respectivas candidaturas con el apoyo de destacadas personalidades de la clase política, económica y profesional.

La lista de las 10 mujeres está encabezada por la soprano Montserrat Caballé, que fue la primera en presentar la solicitud, y la integran las empresarias Adela Subirana y Magda Ferrer-Dalmau; las financieras Maria Teresa Samaranch, hija del presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), y María Àngels Vallvé Ribera, esposa de Joan Hortalà, presidente de la Bolsa de Barcelona; María Soledad Rocha, esposa de Antonio Puig, empresario perfumero; Montserrat Vall-llosera Vilaplana, viuda del empresario Pere Duran Farell; Patricia Nadal Giró, hija del recientemente fallecido marqués de Alella; Cristina Nueno Planas, hija de Pedro Nueno, miembro de la junta de gobierno del Círculo del Liceo y profesor de IESE, y Stella Raventós Calvo, vicepresidenta de la Asociación Española de Asesores Fiscales.

Todas ellas cuentan en sus candidaturas con avalistas de prestigio, como los políticos Joan Rigol, presidente del Parlament, y José Manuel Basáñez, ex consejero de Economía; los ex presidentes de la entidad Carlos Cuatrecasas y Ramón Negra; los empresarios Antonio Puig y Antoni Negre, presidente de la Cámara de Comercio; el presidente de Círculo Ecuestre, Carlos Güell de Sentmenat, y el del COI, Juan Antonio Samaranch, además de notarios, abogados, cantantes de ópera y catedráticos.

La admisión de estas mujeres, al igual que la de los 14 hombres que se presentan, dependerá de que obtengan como mínimo dos tercios de bolas blancas a su favor. La bola negra pende sobre sus cabezas, al igual que sobre la de los candidatos hombres, que se presentan avalados en su mayoría por socios contrarios a los cambios adoptados el pasado día 31 de enero. Partidarios y detractores llevan varias semanas haciendo campaña para que los socios vayan a votar. Los unos, para evitar que sean rechazadas las mujeres, lo que constituiría un duro golpe para la junta de gobierno que preside el galerista Joan Anton Maragall; los otros, para evitar que las mujeres sean socias. La radicalización de las posturas ha llegado al punto extremo de que algunos socios partidarios han iniciado una campaña para pedir el voto con bolas negras a los candidatos que tienen como avalistas a los socios contrarios a los cambios. Ello ha provocado que algunos estudien retirar sus candidaturas.

La votación, sin embargo, podría verse paralizada si hoy mismo el juez titular del Juzgado de Primera Instancia número 55 decide dictar un auto de suspensión de los acuerdos tomados el pasado 31 de enero, tal como se solicitaba en una demanda judicial presentada por un grupo de socios.