El Teatro Arriaga registró el pasado año 64 millones de pesetas de déficit

El Teatro Arriaga, una sociedad anónima propiedad del Ayuntamiento de Bilbao, cerró el ejercicio de 2000 con un déficit de 64 millones de pesetas, al contabilizar unos gastos de 1.002 millones. Esta desviación se debió al aumento de la programación y de la actividad del teatro por encima de las previsiones iniciales, 'para aprovechar las oportunidades de contratación de espectáculos', según comunicó ayer el concejal de Cultura de Bilbao, José Luis Sabas, al consejo de Administración que preside. Los ingresos se situaron en 938 millones, por encima de los 790 millones contemplados en el presupuesto.

Estos datos son provisionales, a la espera de que se cierre la auditoría del pasado ejercicio.La recaudación por venta de entradas ascendió el pasado año a los 303 millones de pesetas, lo que supone un incremento del 58,63% sobre los datos de 1999. Los ingresos fueron complementados por cerca de 479 millones de subvención otorgada por el Ayuntamiento de Bilbao, otros 105 millones aportados por patrocinadores privados y 51 más procedentes de alquileres y cesiones de producciones propias. Estas cifras han permitido situar la tasa de financiación propia del teatro municipal de Bilbao en un 45%.

El crecimiento de ingresos por venta de entradas fue la consecuencia directa de la subida en el número de representaciones y del total de espectadores que asistieron a ellas. A lo largo de 2000, 128.043 personas acudieron al Arriaga, sin contabilizar el público que acudió a las proyecciones del Festival Internacional de Cine Cortometraje y Documental de Bilbao. Un año antes el registro de asistentes al teatro sólo llegó a las 97.273 personas. El crecimiento en la afluencia de espectadores supera el 30 %.

El aumento de representaciones también fue significativo. La programación contó con 41 espectáculos, frente a los 37 del año anterior. El incremento fue mayor en el número total de representaciones, que pasaron de 124 en 1999 a 183 en 2000. El teatro abrió sus puertas en 160 días, 47 más que en 1999.