Ibarretxe convoca elecciones el 13 de mayo tras seis meses de aislamiento parlamentario
El Parlamento vasco será disuelto el 21 de marzo para celebrar los comicios
El lehendakari Juan José Ibarretxe anunció ayer que las elecciones vascas se celebrarán el 13 de mayo, día de la Virgen de Fátima, nueve meses después del debate de política general de 2000 en el que, por primera vez, el jefe del Gobierno vasco sugirió el adelanto si la oposición no secundaba sus iniciativas. El lehendakari, acosado por socialistas y populares desde que EH abandonó la Cámara y el Ejecutivo se quedó en minoría, criticó ayer con dureza al PP y PSE por no haberle dado ninguna oportunidad: 'Este Gobierno fue condenado antes de nacer'. La legislatura que el PNV bautizó como 'de la paz', al arrancar con la tregua de ETA y el Pacto de Lizarra, acabará dos años y cuatro meses después con, de momento, 24 asesinatos de ETA y una crispación política desconocida.
Ibarretxe apareció en escena distendido para alumbrar la fecha electoral que la oposición le venía reclamando desde que los terroristas rompieron la tregua en diciembre de 1999. Con un traje oscuro y camisa azul se permitió hasta bromear sobre su estado de ánimo y sólo se crispó al reconocer que erró al no romper la alianza parlamentaria con EH cuando los terroristas decidieron volver a los asesinatos. 'No quiero mirar al pasado, miremos al futuro', dijo, sugiriendo que a partir de este momento se abre una nueva etapa en la que, según dijo, el debate político no debería estar condicionado por una fecha electoral que ya se conoce.
Legislatura de la paz
El presidente vasco no quería mirar hacia atrás porque el pasado era la legislatura que el PNV llamó de 'la paz' y que sin embargo lleva ya acumulados 24 muertos por asesinatos de ETA. El pasado era un pacto de los nacionalistas con ETA para avanzar en la soberanía de Euskadi que terminó en diciembre de 1999 con el final de la tregua. Y también formaba parte del pasado el hecho de que Ibarretxe continuó beneficiándose de la alianza con EH en el Parlamento vasco mientras ETA daba sus primeros zarpazos en Euskadi y el resto de España.
Un pasado para olvidar que la oposición califica de 'bienio negro' y que el propio Ibarretxe quiso dejar al margen de su intervención, sacudiéndoselo de encima al hacer público el adelanto de los comicios casi tres semanas antes de lo que tenía previsto, ya que firmará el decreto de disolución del Parlamento el 20 de marzo, y será publicado el 21. La Cámara vasca seguirá funcionando hasta esa fecha.
Pero es que, además, las evidencias de que su tiempo había acabado se le estaban amontonando en la mesa del despacho. El pasado viernes, socialistas y nacionalistas estuvieron muy cerca de llegar a las manos durante un debate sobre la modificación de la Ley de la Policía que desembocó en un recuerdo crispado del asesinato del portavoz del PSE, Fernando Buesa, ahora hace un año.
Y por si 58 derrotas en las votaciones de la Cámara no fueran suficientes, el sábado pasado, en San Sebastián, en su acto en favor del diálogo, Ibarretxe estuvo sólo con EA; ni siquiera IU le secundó. Una situación de soledad similar a la que tuvo que vivir en los actos en favor del Estatuto en Ajuria Enea y Gernika.
Consciente de que la crispación estaba llegando a unos niveles difícilmente soportables, el lehendakari pidió ayer respeto y educación en las relaciones entre políticos: 'No nos comportemos como los animales', porque, según dijo, quien recurre al insulto 'no merece tener la confianza de nadie'. Pero si la crispación es algo a evitar, según Ibarretxe, ayer, el mismo día que anunció el adelanto electoral, cargó contra socialistas y populares, a los que acusó de negar el diálogo y de no aportar ninguna alternativa a las presentadas por él mismo y por su partido, el PNV. 'No he conocido ninguna iniciativa, ninguna, de la oposición, el PP y el PSE, que no haya sido decir 'no' a todas y cada una de las iniciativas que han tenido este Gobierno y el lehendakari desde que se puso en funcionamiento', añadió.
Etapa en minoría
Unas críticas que siguen el patrón que se marcó en septiembre cuando, consciente de que afrontaba una nueva etapa en minoría, se puso manos a la obra para darle un nuevo contenido político a su desprestigiada figura y lanzó su triple compromiso ético, político y por el diálogo.
Necesitaba tiempo para articular un nuevo discurso sobre la base del diálogo político para acabar con la violencia de ETA y, de paso, presentar a PP y PSE-EE ante la ciudadanía como negadores de ese diálogo y representantes del inmovilismo y la obstaculización. Hasta enero se había gastado 40 millones en propaganda para airear unas iniciativas que habían sido rechazadas en el Parlamento por todos los partidos de la oposición.
Un esfuerzo en dotarse de capital político para las elecciones autonómicas que sin embargo ayer no redondeó confirmando que será el candidato de su partido a lehendakari. El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, ya advirtió durante el Alderdi Eguna (Día del Partido), el pasado septiembre, aunque posiblemente para acallar las críticas internas, que Ibarretxe sería el elegido del PNV. Ayer el político de la localidad alavesa de Llodio volvió a jugar con el tiempo y lo dejó en el aire, aunque más posiblemente como una táctica para darle más solemnidad a su designación que porque se lo esté pensando. El PNV celebrará el Aberri Eguna (Día de la Patria vasca), el 15 de abril. Aunque para esa fecha ya tendrá que tenerlo resuelto, utilizará ese acto como plataforma preelectoral.
Compromiso con el diálogo
En cualquier caso, el lehendakari se comprometió ayer a seguir defendiendo el nuevo vestido político del que se ha dotado tras la orientación política que tomó su partido y que empapó al Ejecutivo durante la etapa del Pacto de Lizarra. Aunque el PNV mantiene en plena vigencia el documento que aprobó en Asamblea Nacional el nuevo camino hacia la soberanía que define la ponencia Ser para decidir, Ibarretxe ha moderado algo ese discurso volcándose en el Estatuto de Gernika, pero resaltando los mecanismos de que dispone para conseguir mayores cotas de autogobierno si la sociedad los demanda.
'Me comprometo a seguir defendiendo los valores y los principios éticos en favor de la no violencia y el diálogo' dijo, al tiempo que se mostró optimista respecto a la posibilidad de que el nuevo Gobierno se forme antes del verano, y de que incluso en los meses de septiembre y octubre 'puedan ser acordados y remitidos al Parlamento vasco los presupuestos de 2002'.
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