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'NEGRO SOBRE BLANCO' / LA 2

Cuando se tutea al presidente

Guillermo Altares

Desde el inicio, Fernando Sánchez Dragó marcó el tono de su larga entrevista con José María Aznar, emitida el pasado domingo en el programa que dirige, Negro sobre blanco (La 2 de TVE). 'Buenas noches, mejores que nunca', fueron las palabras con las que comenzó un encuentro que arrancó en la medianoche y se prolongó durante más de una hora y media. Luego, el autor de Historia mágica de España se lanzó a elogiar al presidente del Gobierno, al que durante todo el encuentro habló de 'tú', tratamiento al que el presidente respondía con un cordial 'Fernando'.

'Hombre de palabra, aunque a mí me gustaría que, al menos una vez, en el 2004, la rompiese'; 'Lector de temple excepcional, y no lo digo por adulación'; 'Sé que eres un gran lector de biografías políticas y de memorias, aunque Ana [Botella] me ha dicho que tú nunca escribirás unas memorias', fueron algunas de las frases que Sánchez Dragó dedicó al líder del PP. El momento cumbre llegó cuando político y presentador hablaban del poema If, de Kipling. 'Muchas de las estrofas parecen una definición de tu carácter y de tu estilo político', dijo Sánchez Dragó, antes de pasar a leer versos del escritor británico: 'Si marchas junto a reyes con tu paso y con tu luz...'.

La entrevista, grabada el pasado viernes, tuvo lugar en una de las dependencias privadas de La Moncloa, en una estancia llena de libros y de fotos familiares. Sánchez Dragó anunció que sólo iban a hablar de libros, aunque los primeros 27 minutos de la entrevista estuvieron centrados en la familia y los recuerdos de Aznar. Luego, por fin, entraron en materia literaria.

El presidente tuvo tiempo para hacer unas cuantas confesiones: escribe poemas que no enseña a nadie, el cuaderno de tapas azules existe (pero no es un diario), ha hecho viajes literarios por 'Gerona' (no utilizó la denominación oficial, Girona) en busca de las huellas de Pla o se cartea con Pere Gimferrer y Sábato. No hubo grandes sorpresas entre las preferencias literarias de Aznar: pocos autores contemporáneos (poetas, como García Montero, Hierro o Brines, además de Milan Kundera), devoción por la generación del 27, también mucha Generación del 98 y lecturas de Julián Marías y Laín Entralgo. En ningún momento entró en profundidades y se limitó a definir como 'excelentes' o 'extraordinarios' casi todos los escritores que citó.

El presentador también le dio la oportunidad a Aznar de explicar su pensamiento sobre cuestiones tan diversas como el precio fijo de los libros ('Las familias españolas tienen más recursos, gracias a la prosperidad económica, para dedicarlos, si quieren, a comprar libros'), el final de la guerra fría ('Un triunfo histórico del liberalismo en el mundo') o su idea de España ('Es un gran país económicamente, un gran país históricamente y sobre todo somos una gran potencia cultural, con una lengua extraordinaria'). Al final, Dragó se quejó de que su espacio estuviese recluido en horas intempestivas y pidió su adelantamiento en la parrilla. Lo dicho, hubo tiempo para todo.

[Un lector en La Moncloa obtuvo 536.000 espectadores y una cuota de pantalla del 9,6%].

Aznar y Sánchez Dragó.
Aznar y Sánchez Dragó.

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Sobre la firma

Guillermo Altares
Es redactor jefe de Cultura en EL PAÍS. Ha pasado por las secciones de Internacional, Reportajes e Ideas, viajado como enviado especial a numerosos países –entre ellos Afganistán, Irak y Líbano– y formado parte del equipo de editorialistas. Es autor de ‘Una lección olvidada’, que recibió el premio al mejor ensayo de las librerías de Madrid.

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