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El psicólogo José Luis Pinillos señala el fin de la modernidad en la Universidad de Sevilla

'La modernidad ha terminado'. Con estas palabras se dirigió ayer el psicólogo José Luis Pinillos (Bilbao, 1920), premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales de 1986, a varios centenares de alumnos de la Universidad de Sevilla. Pinillos ofreció la conferencia La psicología después de la modernidad en la facultad de esta disciplina universitaria. La conferencia formaba parte del 25º aniversario de los estudios de psicología en la Universidad de Sevilla.

Pinillos centró toda su conferencia en la muerte de la modernidad, cuyo periodo de existencia fijó entre los siglos XVI y XX. El siglo XVII cinceló las columnas sobre las que se asentó la modernidad con la aportación de varios filósofos. 'Descartes, Galileo y Bacon inauguran una nueva forma de ver las cosas y de concebir y manejar el saber', comentó Pinillos.

'El año 1900 es el comienzo de la posmodernidad. En torno a 1900 ocurren muchas cosas importantes. El físico alemán Max Planck descubre los cuantos [salto que experimenta la energía de un corpúsculo cuando absorbe o emite radiación], lo que era incompatible con la mecánica de Newton. En 1900, Freud publica La interpretación de los sueños, que es incompatible con la idea de la razón que tiene la Ilustración', explicó Pinillos.

El psicólogo señaló que la 'esencia del posmodernismo es la ruptura del orden constituido'. 'La realidad sorprende. No es predecible del todo', dijo. Pinillos aludió al 'efecto mariposa'. 'El aleteo de una mariposa en el Pacífico puede producir un tifón en el Caribe', precisó.

'El posmodernismo comenzó en América hacia 1926. Es un fenómeno americano. No europeo. La Ilustración americana es mucho más abierta a las sorpresas, a lo que sale en la realidad, que la europea. Por ello, decir que el posmodernismo surgió en los años ochenta es disparatado', explicó.

Pinillos puso como ejemplo de la quiebra de la modernidad lo ocurrido en la filosofía de la historia. 'La historia no es un movimiento lineal. ¿Podría un romano del siglo I antes de Cristo haber pronosticado que Roma se iba a convertir en el centro espiritual cristiano del mundo?', se preguntó el psicólogo.

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Luego, arremetió contra 'la totalidad como idea constituyente de la realidad'. 'Esto conduce al totalitarismo y lleva a los campos de exterminio y a los hornos crematorios', dijo en alusión al nazismo. 'Entender la totalidad como una idea constitutiva de la que nada puede escapar es nefasto', aseveró.

Pinillos aplicó su defensa del posmodernismo al estudio de la psicología. 'La conducta humana es un sistema abierto en el cual no hay un proyecto. Sólo hay un proyecto a posteriori. Si analizo mi vida, pienso que las casualidades pueden formar un proyecto. Pero esto lo hago a posteriori', concluyó el psicólogo.

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