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Defensa se niega a retirar símbolos franquistas de Melilla

Carlos E. Cué

A nadie extraña que Melilla, la ciudad española del norte de África donde se inició el alzamiento militar de 1936, esté llena de todo tipo de símbolos franquistas. Pero a algunos les indigna. Tanto es así que han creado un colectivo ciudadano que se dedica a pedir su retirada.

Hasta ahora nadie les ha hecho caso, y en las argumentaciones hay pasajes curiosos. Como el de la respuesta del Ministerio de Defensa, que se niega a retirar de la Comandancia Militar de Ceuta dos placas en bronce que recuerdan el alzamiento y la victoria de Franco. Una de ellas es el famoso bando del fin de la guerra: 'Cautivo y desarmado el ejército rojo ...'.

'Como bien sabe, un pueblo que olvida su propia historia más tarde o más temprano se verá obligado a repetirla', dice la carta que, en nombre de Federico Trillo, ministro de Defensa, envía su gabinete para denegar la petición de Enrique Delgado, portavoz del colectivo y miembro de Izquierda Republicana.

Melilla, como Ceuta, tiene hasta 56 calles con nombres franquistas. Además, en pleno centro hay un enorme monumento a la Victoria, situado en la plaza de los Héroes de España y que consiste en un águila colosal que despliega sus alas sobre unos legionarios, otro a los Alféreces Provisionales, una Cruz de los Caídos y una estatua de Franco.

Todo ello no es, para Defensa, más que un 'legado de nuestros antepasados' que debe servir para 'extraer las mejores lecciones que la historia nos ofrece'. Además, como eximente, el ministerio argumenta que 'en la fachada del casino militar se puede ver el escudo de la República'. Esto es lo que más indigna al colectivo que lidera Delgado, porque se equipara a un régimen militar que provocó una guerra para llegar al poder con otro que lo alcanzó a través de unas elecciones democráticas.

Visto que nadie les hace caso, un autodenominado Grupo de Graffiti Antifranquista se dedica, ya que no pueden quitarlos, a cubrir los monumentos franquistas con pintura de color malva. La ciudad pide a Delgado y otras tres personas 1,5 millones de pesetas por los daños.

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