Los ingenieros navales, pocos y mal preparados, según el colegio
La brecha que separa una carrera universitaria de la práctica profesional en España es profunda. En el caso de los ingenieros navales ese desfase se une a un índice de abandono de los estudios que ronda el 68% y una demanda del sector que supera la capacidad que tienen las dos únicas escuelas existentes para producir titulados. Esta situación ha llevado al Colegio Oficial de Ingenieros Navales y Oceánicos, que agrupa a unos 2.000 profesionales, a estudiar durante ocho meses la situación de estos estudios, compararla con la de otros países de la Unión Europea y llegar a la conclusión de que 'hay que cambiar el plan de estudios'.
'Los estudiantes aprenden cosas de mucho nivel que no les servirán para nada y pasan por alto otras que les serán fundamentales', resume el decano del colegio, Joaquín Coello, en las conclusiones del estudio, que ha sido elaborado por un comité de expertos presidido por Horacio Sierra. Se trata, pues, de facilitar la transición entre estos estudios, que hoy cursan 1.120 jóvenes españoles, y el mercado laboral.
Para ello, el informe delimita el perfil profesional de cada uno de los posibles puestos a los que puede optar un ingeniero naval -desde director de calidad de una empresa de explotación hasta jefe de diseño de una empresa de construcción de equipos, entre otros muchos- desde un enfoque mercantilista que entiende la universidad como una empresa, al estudiante como producto y a las empresas del sector como potenciales clientes. Estos perfiles se asocian a su vez con los contenidos básicos que, según los autores, ayudan a potenciar las habilidades requeridas desde la universidad, un aspecto que hoy está desfasado, según el estudio.
Desfase y abandono
Este desfase se ve agravado por la situación que sufren los estudiantes de esta ingeniería. Un alumno de la escuela superior de Madrid tarda, de media, nueve años en terminar los seis cursos previstos, explica Sierra. De hecho, el exceso de tiempo medio necesario para conseguir este título es superior al que registra el conjunto de estudiantes de la Universidad Politénica de Madrid -un 48% más del primero frente a una horquilla que va desde el 9% más al 28% en el caso de la segunda- y de las seis escuelas europeas que visitaron los autores del estudio, en Alemania, Escocia, Reino Unido y Holanda. El índice de abandono es también muy superior: el 68% para los ingenieros navales, entre el 27% y el 65% en la Politécnica y entre el 8% y el 30% en las escuelas europeas.
'Hay que simplificar los contenidos para que la carrera no se prolongue innecesariamente', concluye. La idea es plasmar todas estas conclusiones en un nuevo plan de estudios, que restringiera la libertad que hoy tienen los alumnos para no seguir un itinerario preestablecido, y que permita modernizar esta enseñanza y adecuarla a las exigencias del mercado laboral.
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