El 'pacto' y la Iglesia

'¡Señoras y señores, damas y caballeros, ladies and gentlemen, pasen y tomen asiento para ver cómodamente el espectáculo!' Un espectáculo en el que se va a poner de relieve dónde están los 'españoles de bien' y dónde los 'traidores'. La cosa es bien sencilla: quienes estén dispuestos a firmar un pacto que en su día firmaron el Partido Popular y el PSOE para su conveniencia partidista con vistas a las elecciones vascas -pomposamente llamado 'pacto antiterrorista'- serán tenidos por 'españoles de bien' y enemigos del terrorismo etarra. Aquellos que nieguen poner su firma en este documento, demostrarán claramente que están a favor de ETA. Aquí no hay término medio: o se está a favor del pacto partidista y partidario del PP y del PSOE o se está con los etarras. Así lo han decidido una serie de prebostes políticos y mediáticos que imparten su doctrina desde Madrid. Ahora les ha tocado pasar por la prueba del fuego a los obispos, a la Conferencia Episcopal. La cúpula eclesiástica ha declinado el ofrecimiento que algunos le proponían de firmar el tal documento partidista. ¡Y han puesto el grito en el cielo! ¿Cómo se atreven los obispos a negarse a firmar el tal papelito? ¡Se van a enterar! Y se han lanzado todos contra los monseñores.

Pero, vamos a ver: ¿qué dice ese famoso pacto 'antiterrorista' de cuya sola firma, por parte de todo el mundo, parece ser que se va a conseguir el ansiado fin del terrorismo? Pues dice cosas como ésta: 'La ruptura del Pacto de Estella y el abandono de sus organismos constituye, para el Partido Popular y el Partido Socialista, un requisito imprescindible para alcanzar cualquier acuerdo político o pacto institucional con el Partido Nacionalista Vasco y Eusko Alkartasuna'. Es decir, que cuando lleguen las elecciones vascas, y cualquiera que sea su resultado, ni el PP ni el PSOE pactarán por su cuenta con el PNV o EA para formar Gobierno en Euskadi. Dicho en roman paladino: que el PSOE se compromete ante el PP a no formar gobierno con el PNV como ya, en anteriores ocasiones, ha ocurrido. Este, digan lo que digan, es el objetivo principal del pacto PP-PSOE. Un pacto que propuso inicialmente el PSOE y al que el PP se negó, por boca del vicepresidente señor Rajoy, diciendo aquello de que el PSOE lo que hacía era sacarse conejos de la chistera para llamar la atención. Luego lo pensaron mejor en el PP y se dijeron: 'Hombre, eso no estaría mal si conseguimos que el PSOE firme un papel en que se encuentre cogido para no formar gobierno con los nacionalistas'. Y consiguieron llevar al PSOE a su terreno. Claro que el 'pacto' había que 'vestirlo' y añadieron a sus acuerdos partidarios diez puntos de generalidades y obviedades respecto de la lucha antiterrorista.

Y esto es lo que hay. El tan cacareado 'pacto antiterrorista', presentado como tan necesario e imprescindible que aquel que no esté dispuesto a firmarlo es que está de parte de los terroristas -ese es el pensamiento único que se ha trasladado a la opinión del vecindario- no es más que un pacto 'antinacionalista'. Y nada más. Un pacto partidista. ¿Por qué la Conferencia Episcopal ha de firmarlo y si no lo hace es que está de 'la otra parte'? ¡Cuánta estupidez!

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