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Los inmigrantes encerrados en Valencia tildan de 'chapuza' el decreto de repesca

Decenas de inmigrantes legales y representantes de diversas entidades de solidaridad iniciaron ayer un encierro simbólico de 24 horas en la histórica sede de la Universidad de Valencia en apoyo de los extranjeros sin papeles que claman contra la aplicación de la Ley de Extranjería.

Mohssim Resgabi y Francisco Torres, portavoces de los inmigrantes legales y de las entidades de solidaridad, coincidieron en calificar el decreto de revisión de expedientes para regularizar la situación de unos 60.000 extranjeros sin papeles aprobado en el último Consejo de Ministros como 'una chapuza' y 'una mala salida'. Ambos destacaron la 'singularidad' que afecta a la inmensa mayoría de los inmigrantes residentes en la Comunidad Valenciana, que no acudieron a la primera oferta para acceder a permisos de trabajo y residencia y, por lo tanto, no tienen ninguna oportunidad de apuntarse a la repesca que ahora propone el Gobierno central.

Pedro Ruiz, rector de la Universidad de Valencia, reiteró su apoyo a las reclamaciones de los inmigrantes de acuerdo con el Manifiesto por una solidaridad sin paternalismos que promueven varios miembros de la comunidad académica y que fue redactado por el profesor Javier de Lucas.

Ruiz recordó que los 'irregulares, mal llamados ilegales' representan 'la otra cara de la globalización' económica y apeló a una elemental consideración de los Derechos Humanos para abordar desde la Administración un problema social creciente que no puede resolverse exclusivamente por la vía policial.

El encierro simbólico en la Universidad de Valencia concluye al mediodía de hoy. Los portavoces de los inmigrantes y de las entidades de solidaridad anunciaron que tienen previsto ofrecer un catálogo de las alternativas legales que pueden utilizar los sin papeles para evitar la expulsión del país. Resgabi y Torres sostienen que lo ideal sería que la Ley de Extranjería fuera declarada inconstitucional. Pero explicaron que los inmigrantes pueden ampararse en varios subterfugios legales para obtener permisos de residencia por motivos humanitarios excepcionales previstos en diversas disposiciones de rango menor.

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