El patronato del Artium elegirá hoy a González de Durana como director
El diputado general alavés, Ramón Rabanera, que ejercerá como presidente del patronato, acude a la reunión con la propuesta de González de Durana como director. El responsable de la sala Rekalde de Bilbao, escritor, crítico e historiador del arte, se ha mostrado favorable al ofrecimiento del cargo que ya le ha hecho Rabanera. La última reunión entre ambos, celebrada en la feria Arco, mostró su sintonía común sobre el futuro de Artium.
Rabanera ha tomado las riendas del futuro museo, después de que la galerista María Martín, seleccionada iniclamente por el diputado de Cultura, Pedro Sancristóval, rechazara el cargo aduciendo razones personales y profesionales. Así que, ante la apertura de la pinacoteca en marzo de 2002 (última fecha que se ha dado para la inauguración), la Diputación ha acelerado los trámites para constituir la fundación y dotar de un responsable al centro.
El nombre de Javier González de Durana ya se encontraba entre los seleccionados hace unos meses, pero fue relegado en favor de María Martín.
Nombre de consenso
Después de la polémica renuncia de la galerista madrileña (en la que no faltaron referencias a su parentesco con el secretario de Estado, Miguel Ángel Cortés, del que es cuñada), Rabanera decidió elegir un nombre consensuado con los socialistas. Entonces volvió a salir a la luz el actual responsable de la sala Rekalde.
González de Durana ha venido siguiendo con interés el proceso de creación del Artium. Ya en el mes de julio de 2000 señalaba a este diario algunas de las líneas de actuación que, a su juicio, debería seguir la pinacoteca. 'Tiene la posibilidad de atender campos que hasta ahora han estado desocupados, como el de los artistas decisivos y secretos que impulsaron las vanguardias, pero que no han alcanzado la fama mediática de otros', explicó en referencia a una de las líneas expositivas sobre el arte contemporáneo.
Esta labor, en opinión del director de la sala Rekalde, cubriría los tres objetivos que debe tener un museo: el expositivo, el investigador y el divulgativo, en un periodo del arte poco presente, desde este punto de vista quizás más erudito, en el panorama de muestras en el País Vasco.
