Las ganancias netas de los bancos en España se dispararon un 31%
En el ejercicio pasado todo se conjuró en favor de los bancos, que nunca habían incrementado el beneficio a ritmos similares. La buena marcha de la economía permitió que el negocio típico, es decir, realizar préstamos y captar depósitos, subiera con fuerza. A la vez, los clientes devolvieron los créditos, por lo que la morosidad siguió en mínimos históricos, el 0,9%. Por si fuera poco, los gastos generales crecieron un 3%, menos que la inflación, a pesar de las inversiones realizadas en Internet.
Juan Basurto, asesor financiero de la Asociacion Española de Banca (AEB), señaló que la retirada neta de patrimonio en los fondos de inversión fue de tres billones de pesetas en 2000, mientras que los bancos captaron cinco billones para los depósitos. Además, se realizaron colocaciones de acciones nuevas por valor de dos billones. Este incremento del ahorro permitió que el dinero de unos clientes fuera suficiente para atender las peticiones de préstamos de otros. De esta manera, el margen de intermediación, que refleja lo que cobran por los créditos y lo que pagan por los depósitos, 'tuvo un crecimiento como no se había visto en diez años', según Julio Rodríguez, asesor técnico de la AEB.
El 'euribor' baja
Basurto puntualizó, que, a pesar de este incremento, 'los bancos han subido más lo que remuneran a los depósitos de los clientes que lo que les cobran por los préstamos'. También anunció que el euribor, índice de referencia para revisar los préstamos hipotecarios, de enero seguirá descendiendo hasta situarse en el 4,6%, frente al 4,8% de diciembre pasado. Los mayores ingresos que obtuvieron los bancos (se incluyen las filiales españolas de los bancos extranjeros) les permitieron incrementar sus recursos propios. Este efecto 'ha provocado que el balance de los bancos sea más solvente que el del año pasado', señaló Rodríguez.
Las comisiones subieron casi un 10%, mientras los resultados por operaciones financieras, un 114%. Según la AEB, casi toda la mejora se debe a la revalorización del dólar, que ha elevado su cambio respecto al euro en un 12,7% en 2000. Pero tiene truco. El BSCH, como entidad matriz, declaró en 2000 un beneficio de 120.000 millones, frente a los 20.500 millones de 1999. La diferencia tiene un gran efecto en toda la cascada de resultados, hasta el punto de que Rodríguez afirmó que 'si esta partida hubiera sido similar a la del año anterior, el beneficio bruto del sector habría crecido un 5,9% en vez del 20,4%'.
¿Y qué ha pasado con los gastos? Los costes del sector crecen un 3%, menos que el 4% de la inflación. Esto se ha producido por efecto de las prejubilaciones, que ha supuesto prescindir de empleados con sueldos altos y sustituirlos por jóvenes con una remuneración inferior.
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