Disuasión nuclear británica
La protesta anual en la base naval de Faslane (Escocia) contra las armas nucleares adquirió una mayor significación en esta ocasión debido a las propuestas norteamericanas de construir un escudo antimisiles. Los cambios mundiales tras la guerra fría han reforzado los puntos de vista de los manifestantes antinucleares. (...) ¿Por qué perseverar en el uso de armas nucleares si no son necesarias para repeler una amenaza que ya ha acabado?
Este argumento es particularmente fuerte respecto al programa de submarinos nucleares Trident, cuya base está en Faslane. (...) Rusia ya no supone una gran amenaza. El programa Trident ha sido obscenamente caro (...) y despilfarrador. En una época de recortes en el gasto público hubo una vara de medir para los submarinos y otra para colegios y hospitales. (...) Estos argumentos, y otros más, fueron formulados por los manifestantes de Faslane, de los que 340 fueron detenidos. Aunque fracasaron en su objetivo de cerrar la base durante ese día, sacaron a la luz el disparate que es el programa Trident en la actual escena internacional. Tenían derecho a protestar, y pudiera argumentarse incluso que a infringir levemente la ley. Realmente, a muchos les hubiera disgustado no haber sido detenidos.
No es asunto fácil acabar con las armas nucleares. Miles de empleos civiles y militares dependen de este programa. (...) Gran Bretaña necesita tener capacidad de disuasión nuclear. (...) Los manifestantes antinucleares deben mantener su derecho a protestar, pero la solución a lo que sigue siendo un mal necesario no es tan sencilla como ellos dicen.
Glasgow, 13 de febrero
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