Competidores de matrícula

La Universidad del País Vasco (UPV) y el deporte han vivido durante largos años en compartimientos estancos. Pero la cada vez mayor relevancia social de la práctica deportiva y los éxitos cosechados por los representantes de los centros de la universidad pública han provocado un aumento, al menos cuantitativo, de la presencia del deporte en la Universidad. Las 38 medallas en los últimos Campeonatos de España universitarios han atraido la atención hacia un servicio que, pese a su crecimiento, aún no cuenta con los medios necesarios para poder atender a sus deportistas. Así lo aseguran algunos de sus más premiados representantes, que echan de menos un mayor compromiso por parte de las autoridades universitarias.

Universidad y deporte se han ignorado o, cuando menos, no se han tomado demasiado en serio. Prejuicios y supuestas incompatibilidades han hecho que sus vínculos hayan sido escasos y poco entusiastas. Sin embargo, cada vez es mayor el número de aficionados a la práctica deportiva y mayor el tiempo que se invierte en ella. Y es en la juventud, la universitaria incluida, donde más aguda es esta tendencia. En el caso de la UPV, a este hecho general se le añade la circunstancia particular de que los deportistas que estudian en sus centros lo hacen francamente bien.

No es ninguna casualidad que en los últimos Campeonatos de España para universitarios, los 400 representantes del equipo de la UPV sumaran 38 medallas y se situaran entre los mejores del país. La universidad pública vasca estuvo presente en los podios de casi todas las disciplinas a concurso, desde el ajedrez hasta el snowboard. No ha importado ni la ausencia de instalaciones propias ni los escasos recursos económicos disponibles. Se ha logrado un éxito considerable.

Así lo cree el responsable del servicio de Deportes de la Universidad, José Luis González. No obstante, González prefiere subrayar su importancia instrumental. 'Los logros de nuestros deportistas nos permiten darnos a conocer y son un reclamo para que el mayor número de estudiantes haga del deporte una actividad cotidiana y habitual. Éste es nuestro principal objetivo'.

Para ello, González cuenta con un presupuesto de 165 millones de pesetas para toda la Universidad, tres técnicos y cuatro administrativos, varios becarios y un numerosísimo grupo de colaboradores y deportistas que apoyan de manera altruista el desarrollo del deporte en la UPV a través de cursillos, organización de actividades y competiciones dentro y entre los campus. 'Ellos son la razón del éxito y se sacrifican para representar a la universidad donde estudian', apunta.

Ayudas insuficientes

La evolución ha sido constante y, en opinión del responsable del servicio, la Universidad lo ha reconocido. 'Desde que me contrataron hace 22 años para, sobre todo, que dejaran de ir donde el rector a pedirle dinero para un balón, para unas camisetas... se ha producido un gran cambio. La Universidad asume la importancia del deporte', informa.

Su punto de vista no es compartido por Yahaida Aguirre, reciente campeona de España absoluta de judo y subcampeona en el torneo nacional universitario. 'No suelen poner problemas para cambiar exámenes, pero se echa de menos algo más de ayuda', asevera. También lo cree así Naia Alzola, doble medallista en el Campeonato de España universitario de esquí de fondo. 'Con el trato personal estoy muy contenta, pero, aunque entiendo que la universidad tiene otras prioridades, sí deberían tener una mayor implicación desde los altos cargos. Está muy bien que el rector celebre nuestros triunfos, pero queremos algo más, otro tipo de apoyos, becas...', reclama.

Con este fin, el servicio de Deportes ha elaborado un Estatuto del Deportista, incluido en el plan de acción 2001-04. 'Si se aprobara, permitiría un reconocimiento oficial de lo que recibe la universidad y lo que ésta debería aportar a sus deportistas en cuanto a ayudas médicas, económicas y flexibilidad académica. Sería una medida justa y acertada', resume José Luis González.