El director llega con ganas de guerra
Aparece con la mirada cansada, pocas ganas de hablar y acompañado de gorilas blancos con pinganillo en la oreja. Y cuando alguien le toca las teclas, salta. Spike Lee, el iniciador de toda una generación de cineastas estadounidenses negros, llegó ayer a Berlín con su último artefacto: Bamboozled, un filme que trata de la forma humillante y ridícula de estereotipar a los de su raza en la televisión y el cine norteamericano. 'Usted ha visto los cuatro minutos finales de la película, en los que aparecen todas esas imágenes de negros artistas, eso sí que es humillante, degradante, escandaloso, no la violencia que pueda haber en él', se defiende Lee ante los peros que le pusieron ayer algunos periodistas en la rueda de prensa.
Y siguió: 'Perdone, señor, oiga', se dirigía Lee muy servicial a los que formulaban preguntas para luego lanzarles un cóctel molotov. '¿Saben ustedes que las imágenes de la película en las que sale Judy Garland pintándose la cara de negro se cortan hoy en Estados Unidos cada vez que se emite por televisión, o que Warner Brothers se negó a que utilizáramos unos dibujos en los que sale Bugs Bunny negro?', preguntaba. 'Si ustedes creen que eso es haber progresado, para mí vale; si algunos prefieren seguir viendo bolitas de colores y vivir fuera de la realidad, pues muy bien'.
Otro le planteó, aparentemente de manera inocente: '¿No cree que la gente está cansada de ese discurso sobre los negros oprimidos?'. Lee cambió el gesto frío. 'Creen que realmente me pongo pesado con mis películas y cada vez que se hace algo sobre el Holocausto nadie abre la boca. Hay más oprimidos en el mundo. Los negros han sido esclavos durante 400 años y todavía son víctimas de una imagen humillante y de estereotipos. Aparte de otras cosas. ¿Usted sabe que en el pasado noviembre ha habido varios negros que no han podido votar en Florida? Eh, oiga, contésteme. ¿Qué pretende decirme? ¿Usted en dónde vive?'. Lee no estaba ayer para bromas.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.