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Crítica:Liga de Campeones | FÚTBOL
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Las patadas que marcaron a Helguera

Un marcaje de Simeone frustró la carrera en el Roma del ahora madridista

Diego Torres

Iván Helguera tenía 22 años cuando supo en cinco minutos todo lo duro que puede resultar el fútbol. Se lo enseñó Simeone personalmente en la temporada 1997-98. Helguera estaba ante una oportunidad soñada, titular al fin en un Roma que lo había convertido en el verano en el fichaje sorpresa del calcio, pero que hasta entonces, 29 jornadas ya de Liga disputada, apenas le había dejado minutos de juego. ¡Helguera estaba dentro de todo un Roma-Inter! Y nada más arrancar se le cruzó en el camino Simeone: el argentino le metió tres patadas certeras y le lanzó una andanada de insultos. En cinco minutos Helguera estaba barrido del partido, enseñando una timidez que no acostumbra a aceptar el exigente fútbol italiano. Helguera se arrugó, todo un pecado en el calcio. La carrera italiana de Helguera, entonces jugador del Roma, se acabó. El técnico, Zdenek Zeman, cada vez contó menos con él y al año siguiente regresó a España. Y por esas cosas que tiene el fútbol, Helguera vuelve a encontrarse con Simeone. El combate se repetirá hoy en el Bernabéu. Pero Helguera ya no es un recién aterrizado. Y anuncia revancha: 'Esta noche el que se va a tener que cuidar de mí es él'.

'¿Helguera? ¿Jugamos alguna vez en Italia? La verdad que no me acuerdo de él', dijo Simeone, hace unas semanas. 'La primera vez que le vi, fue con la camiseta del Madrid, el año pasado, y fue fundamental para darle carácter al equipo'. El ex centrocampista del Atlético no recordaba nada de aquel partido en Roma.

Pero Helguera sí lo recuerda. 'Recuerdo insultos y patadas de todo tipo'. La camiseta roja del Roma envolvía con holgura su tronco flaco y desgarbado al salir al césped. Era su tercer partido con el Roma. Vivía en fase de meritoriaje ante el técnico y el público, y él venía de pasar una temporada en el Albacete, en Segunda. Una temporada que pudo servirle para ganar kilómetros y experiencia en el medio campo, pero no para aumentar la musculatura: sus piernas todavía aparecían nerviosas y demasiado finas cuando se plantó en el círculo central del estadio Olímpico. Demasiado endeble para el fútbol italiano. Demasiado verde y con una evidente clase de conductor, para que su perfil vistoso no fuera un blanco. Simeone le vio, y aceleró como un bólido.

Estrategia de desgaste

'Dominábamos nosotros. Estábamos haciendo un partidazo', recordó ayer Helguera; 'hasta que...'. Poco le duró al Roma el control del juego a través de la posesión. Parecía controlar, pero -otra vez- apareció Simeone con un pase en profundidad para Ronaldo. Agarrotado, Petruzzi fue al cruce, pero falló. Y el Inter se puso por delante. Lo que siguió fue la decadencia del Roma, tragado por un conjunto tan encerrado atrás como combativo. Tres expulsados y otro gol de Ronaldo sufrieron los romanos en medio de sucesivas trifulcas. Comandante de la estrategia del desgaste, mostrando los dientes, siempre atento, el Cholo Simeone tocó puntos flacos con insistencia maquiavélica.

Helguera, que daba sus primeros pasos en el fútbol italiano, recibió una lección de crudeza. Y ahora el destino quiere ponerle otra vez, frente a frente en el círculo central, contra Simeone. Cuando el Lazio necesita defender su honor y mantener su puerta a cero, apela a Simeone. El hijo futbolístico de Bilardo, un antimadridista recalcitrante volverá a Chamartín, donde una vez dijo que 'el corazón te bombea la sangre más rápido'. Se parará en la zona de influencia de Iván Helguera. Comenzará el Madrid-Lazio.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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