Aprender discutiendo

La mayoría de los participantes afirma que no tiene vocación de político, aunque, viéndolos actuar, algunos parecen orientados por los más sesudos asesores de imagen de cualquiera de los magos de la retórica. Muchos de los estudiantes de secundaria de Málaga que participan en la fase provincial del certamen de debate Foroidea ofrecen en sus intervenciones los ademanes, las muletillas o el lenguaje gestual que bien pudieran usar José María Aznar o José Luis Rodríguez Zapatero en sus discursos. Otros, no tan agraciados en las dotes persuasoras, son asaltados por los nervios a la hora de verse en el estrado con la difícil tarea de convencer al jurado.

Foroidea es una competición de debate en la que grupos de cuatro estudiantes de bachillerato o Formación Profesional se preparan un tema para discutirlo con un contrincante. Hasta el momento del enfrentamiento no saben si deben defender la postura a favor o en contra. En esta quinta edición, la cuestión es si son compatibles los derechos humanos con la diversidad cultural en el mundo. Tras la fase provincial, un ganador, que en Málaga ha sido el instituto Jacaranda, pasa al nivel autonómico y, finalmente, un representante andaluz pugnará por un premio de un millón de pesetas ante alumnos de otras nueve comunidades autónomas.

Entre los que se quedaron en el intento están Francisco Navarro, Jesús Vera, Laura Sánchez y Beatriz Carrasco, todos con 15 años y estudiantes del colegio Divino Pastor de Málaga. Si no han logrado pasar la eliminatoria no ha sido por falta de tesón, porque aseguran que se han estado preparando durante más de dos meses, en los que han utilizado todo tipo de materiales, como la prensa, recortes de revistas o documentos de Internet. Antes de finalizar las pruebas afirmaban que no tenían más pretensión que aprender, probar algo nuevo, perder algunas clases y, '¿quién sabe?, ver si nos podemos traer el millón', explica ilusionado, Francisco Navarro.

Aunque sean de espíritu positivo, son conscientes del nivel con el que llegan los estudiantes en la fase nacional. 'Hemos visto cintas del año pasado y los finalistas son muy repelentes. Aquí respetamos el turno de palabra y hablamos ordenadamente. En la última parte del campeonato el ambiente está más caldeado y parece que se van a comer unos a otros', precisa este alumno entre risas.

El equipo del instituto Jorge Guillén de Torrox venía a debatir mermado, ya que uno de sus integrantes enfermó y no contaban con un suplente. Aún así lograron doblegar a sus primeros rivales con una buena dosis de improvisación. Juan José Sánchez, de 16 años, tiene claro cuál ha sido el secreto de su éxito. 'Los otros se han dedicado a leer muchos datos como máquinas y sin comprender lo que decían. No se trata de eso, sino de tener claras unas ideas básicas y defenderlas aportando un poco de ti mismo. Creo que por eso nos ha valorado más el jurado'. Sus compañeras Enma Whewenn y Silvia Paloma, piensan que se trata de 'conectar con el público y que éste vea que comprendes lo que expones. De nada te sirve citar a Aristóteles, Ortega y Gasset o Platón, si ni siquiera asimilas el discurso'.

Además de faltar a algunas clases, tanto los estudiantes que se quedaron en el camino como los del instituto Jacaranda, que representará a Málaga en la fase andaluza de Foroidea, han tenido la oportunidad de desentrañar el tema de los derechos humanos y la diversidad cultural. Una forma de aportar cierta luz a las dudas que siempre se ciernen sobre el comportamiento y los hábitos de la eternamente cuestionada juventud.