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España ensayará la prueba del mal de las 'vacas locas' en reses vivas

El método compite con la multinacional Boehringer en Europa

Contra toda intuición, David parte con ventaja. El método diagnóstico desarrollado por los científicos alemanes Johanna Bergmann y Enrique Preddie (éste de origen canadiense) fue el primero en tramitar su patente. La solicitó en una treintena de países, incluidos todos los de la Unión Europea, el 28 de enero de 1999. Su test para vacas vivas está ya listo para su venta con todos los papeles en regla.

Boehringer, en cambio, solicitó su patente en todo el mundo hace sólo dos meses, y no la verá formalizada hasta finales de año. Las presiones en los despachos de Bruselas para retrasar hasta esa fecha la homologación europea de un test son considerables, según varias fuentes empresariales y científicas.

El test de Bergmann y Preddie se llama 'BSE plus'. La empresa española Clonagen tiene la exclusividad para su comercialización en España, Portugal, norte de África y Latinoamérica. Por medio de otras empresas, Alemania, Francia y Holanda ya están sometiendo a controles este test.

Tras un fallido intento de contacto con la Xunta gallega, Fernando Ansede, ejecutivo de Clonagen responsable del proyecto, logró interesar en él al vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, que le organizó una reunión en Moncloa, el 26 de enero, con la subsecretaria de Presidencia, Ana Pastor, y dos altos cargos de Agricultura y Sanidad.

Pastor se comprometió en esa reunión a someter el BSE plus a pruebas de fiabilidad en el Centro de Investigación en Sanidad Animal de Valdeolmos (Madrid), un instituto dependiente del Ministerio de Ciencia y Tecnología. La supervisión correrá a cargo del comité científico que sigue la crisis de las vacas locas bajo la tutela política del propio Rajoy. Un miembro de ese comité científico, Juan José Badiola, confirmó a este diario que BSE plus será probado en Valdeolmos, aunque precisó la fecha.

Fernando Ansede, de Clonagen, ha puesto sus cartas sobre la mesa. A cambio del apoyo del Gobierno a BSE plus, Clonagen renuncia a comercializar por su cuenta el test -nada se lo impide, y la demanda por parte de los ganaderos es intensa, según la empresa-, se compromete a distribuir el primer millón de unidades del producto según las prioridades que establezca Moncloa, y cofinanciará una fundación semipública para el estudio de la encefalopatía espongiforme bovina.

El BSE plus está basado en unas proteínas llamadas prioninas, cuyos efectos se pueden detectar en la sangre de los animales infectados mucho antes de que presenten síntomas. El vicepresidente segundo del Comité Científico de la Alimentación Humana de la UE, Andreu Palou, señala que 'el planteamiento de Bergmann y Preddie es interesante, y los resultados que afirman haber obtenido son prometedores'. Palou añade, sin embargo, que los detalles concretos 'no han sido publicados por la confidencialidad propia de una patente' y que la prueba 'debe superar los criterios exigibles por la Unión Europea'. Otros científicos conocedores del método también lo ven interesante.

Extracción de muestras

La técnica ha pasado los criterios de la autoridad sobre fármacos de EE UU (FDA). Uno de los dos científicos que inventaron el test, Enrique Preddie, recibió financiación entre 1994 y 1998 del Programa de Ciencias y Tecnologías de la Vida de la Comisión Europea.

La portavoz de Boehringer, Julia Kleinmann, confirma que la compañía tiene planeado comercializar un test a final de año. 'Nuestros científicos no saben de ninguna empresa que tenga en el mercado una prueba apta para reses vivas', dice Kleinmann. 'Nuestro test no está basado en las prioninas [como el de Bergmann y Preddie], sino en unas moléculas marcadoras del prión'. La empresa espera 'tener los componentes técnicos del test, como el método de extracción de las muestras y la optimización del proceso de detección, en la segunda mitad de 2001. La evaluación clínica se iniciará después'.

Huellas del prión

Varios laboratorios han intentado en los últimos años incrementar la sensibilidad de los métodos analíticos convencionales para que puedan detectar fiablemente el prión, agente causante de la enfermedad de las vacas locas, en la sangre de las reses vivas. Pero hasta ahora no han tenido éxito. El domicilio habitual del prión es la membrana de las neuronas, y es allí donde hay que ir a buscarle. Ello implica que el test debe hacerse tras la muerte de la vaca. El BSE plus y la técnica de Boehringer han tenido que buscar aproximaciones más indirectas. En el BSE plus, lo que se detecta no es el prión. Bergmann y Preddie han demostrado que, en los animales infectados el gen del prión de la vaca se expresa de modos insólitos, lo que hace que el gen, además del prión normal, fabrique unas proteínas, las prioninas. El sistema inmune de la vaca reconoce como extrañas esas prioninas y genera anticuerpos. Son esos anticuerpos los que el BSE plus detecta en la sangre.

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