Pujol y Clos exigen al PP que el AVE llegue al aeropuerto de Barcelona

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, y el alcalde de Barcelona, Joan Clos, mostraron ayer su irritación porque el ministro de Exteriores, Josep Piqué, insinuó el sábado que el tren de alta velocidad (AVE) no pasará por el aeropuerto de Barcelona. Desde el viernes, cuando se hicieron las primeras insinuaciones, todos los partidos catalanes, salvo el Partido Popular (PP), han amenazado con una rebelión para exigir la llegada del AVE al aeropuerto, una demanda tradicionalmente expresada por muy diversos sectores de la sociedad civil catalana.

Pocas veces se han producido en Cataluña reacciones tan unánimes y contundentes contra un plan que, de confirmarse, puede suponer un duro golpe para el giro catalanista que el PP ha abrazado en Cataluña. La indignación del Gobierno catalán -que ha hecho un llamamiento a la movilización de la sociedad- ha coincidido en esta ocasión con la del Ayuntamiento de Barcelona y del mundo empresarial, cuyos representantes consideran que el proyecto apuntado supone 'un atentado contra la economía catalana'.

Los dirigentes catalanes del PP han evitado en lo posible entrar en la polémica, pero su hombre fuerte en esta comunidad, Josep Piqué, confirmó indirectamente el sábado que el proyecto del Ministerio de Fomento no contempla el paso del AVE por el aeropuerto. El ministro justificó esta eventual decisión: si el AVE llega al aeropuerto de Barcelona, dijo Piqué, resultaría un 'agravio comparativo' para Madrid, Sevilla y Valencia.