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DINERO

Planes a largo plazo

La caída de la Bolsa en 2000 afecta a la rentabilidad de los fondos de pensiones a corto

En ocasiones parece que los planes de pensiones son productos navideños. Es a lo largo de los meses de noviembre y diciembre cuando todas las entidades financieras explican no tanto las posibilidades de revalorización que ofrecen, sino sus ventajas fiscales. Las campañas publicitarias se centran en muchos casos en los regalos que se dan por suscribir uno de estos productos; en otros, el gancho son las menores comisiones. Los planes de pensiones son, sin embargo, productos de ahorro a largo plazo para los que lo realmente importante son las rentabilidades finales que generan, pues de éstas depende el importe de las pensiones futuras.

El año 2000 fue un mal ejercicio para la renta variable, al contrario que para la renta fija. Los planes de pensiones que incluyen acciones en sus carteras (salvo los que tan sólo pueden dedicar el 15% de su patrimonio a estos activos) registraron a lo largo de los últimos 12 meses, de media, rentabilidades negativas. Los de renta fija consiguieron revalorizaciones, en promedio, que, aun siendo positivas, no llegaron a salvar la inflación.

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Planes a largo plazo para los fondos de pensiones

Es ésta la radiografía de los planes en el corto plazo. En el medio y largo es bien distinta. Todos los rendimientos pasan a ser positivos tanto en tres, en cinco como en ocho y 11 años. En los tres últimos plazos se supera, de media, el 9% de revalorización anual. Si por sí mismos estos datos no son negativos, aún lo son menos si se comparan con los obtenidos por los fondos de inversión. En los últimos 36 meses, las ganancias promedio de los fondos se situaron en el 3,38%, prácticamente 2,3 puntos por debajo de las alcanzadas por los planes de pensiones. En cinco años, la diferencia se amplía hasta prácticamente los cuatro puntos, mientras que en plazos más largos ésta se sitúa en torno a los tres puntos.

Todos distintos

La relativa bondad de los datos de rendimientos de los planes de pensiones no afecta en igual medida a todos y cada uno de estos productos. Plus Plan, de Plus Ultra Vida, es el plan de pensiones (de la familia de renta variable mixta) más rentable de los últimos 11 años. Su rendimiento anual, un 12,02%, contrasta con el obtenido en ese mismo plazo por el plan Pastor Mixto, del Banco Pastor (igualmente de renta variable mixta), que se sitúa en un 6,47% anual.

Si se analizan todos los planes del sistema individual en los últimos ocho años, de entre ellos sobresale el Ind. Agric. Navarra (renta variable mixta), gestionado por el BBVA, con un rendimiento anual del 13,96%. El farolillo rojo de este grupo es el Agrupación Médica (renta fija mixta I), de Gaesco Pensiones, con una revalorización anual del 5,12%.

Para un periodo de cinco años, Citiplan II, de Citigroup (renta variable), destaca entre todos al registrar una rentabilidad anual del 23,6%. En los antípodas, Duero Estabilidad, de Caja Duero (renta fija), con un rendimiento del 3,59% anual.

En el plazo de tres años, las diferencias vuelven a ser significativas. El más rentable de los planes, el Plan Individual Fonditel (renta variable mixta), de Fonditel, arroja un rendimiento anual del 41,48%. El menos rentable, el Ahorro Plan (renta fija mixta II), del Grupo Caser, acumula unas pérdidas anuales del 0,13%.

En los últimos 12 meses, la primera posición corresponde a Pentapensión (renta fija mixta II), de Caja Asturias, con una ganancia del 22,67%. La última la registra BBVA Telecomunicaciones (renta variable), con una pérdida del 27%.

Los planes de pensiones no son, por tanto, productos navideños. Éste puede ser un buen momento para, tras comprobar en los distintos plazos las rentabilidades obtenidas en comparación con todos los planes o con los de su misma categoría, decidir si se mantiene o no el ahorro de la jubilación en el mismo destino. La opción de cambiar de plan de pensiones es gratuita, incluso desde el punto de vista fiscal.

Un plan de pensiones se puede hacer efectivo bajo tres distintos sistemas: en forma de capital, en un pago único; en forma de renta, recibiendo pagos con periodicidad regular, incluyendo al menos uno al año, y en forma de prestación mixta, combinando los dos sistemas anteriores. Al rescatar (hacer efectivo) un plan de pensiones en un único pago, la suma de las aportaciones y sus rendimientos únicamente se computa, a efectos fiscales, por el 60% de dicha cantidad, siempre y cuando la primera aportación al plan de pensiones suscrito cuente con una antigüedad superior a los dos años. Si el rescate se produce en forma de renta periódica o si no se cumple este plazo bianual, entonces no se aplica tal reducción.

Fórmula de cobro

Antes de optar por uno u otro sistema de hacer efectivo un plan, todos los partícipes deberían hacer un estudio sobre cuál será la fórmula de cobro que mejor se ajusta a sus necesidades de liquidez y sobre cuál le proporcionará la mayor de las rentabilidades financiero-fiscales.

La posibilidad de pagar impuestos tan sólo por el 60% de la suma de las aportaciones y sus rendimientos si el plan de pensiones se rescata en forma de capital, en lugar de sobre el 100% si se hace vía rentas, inclina, de forma inicial, claramente la balanza por la primera de estas alternativas. Sin embargo, no siempre se pagan menos impuestos utilizando este primer sistema.

Si un partícipe recupera en un único pago su ahorro acumulado, lo más probable es que su tipo marginal en el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) sea más elevado que si retira esa cantidad a lo largo de varios años. Rescatar de golpe, por ejemplo, algo más de 15 millones de pesetas (cuadro adjunto) equivale a pagarle a Hacienda 4,38 millones de pesetas. Rescatar esos 15 millones de pesetas a través de rentas mensuales, por ejemplo, de 150.000 pesetas (11 años) o de 210.000 pesetas (algo más de siete años) puede suponer, si el tipo marginal del particular se sitúa entre el 18% y el 24%, un menor pago de impuestos.

Si el partícipe que recupera en un único pago su plan de pensiones destina su dinero al consumo habrá saldado con el pago inicial de impuestos sus cuentas con la Hacienda pública. Sin embargo, si el ahorro recuperado se coloca en otro producto financiero -en un fondo de inversión, por poner un ejemplo- que le devengue rentas periódicas, de nuevo tendrá que pagar impuestos.

Tal y como se desprende del cuadro adjunto, para que sea indiferente recuperar un plan de pensiones de una sola vez o hacerlo a través de rentas periódicas de 150.000 o 210.000 pesetas es necesario que los tipos marginales del partícipe en el IRPF superen, una vez llegada la jubilación, niveles de entre el 33% y el 38%.

A la hora de decidir el sistema de cobro de un plan de pensiones, no está tampoco de más analizar cuál ha sido, hasta ese momento, la financiación que ha proporcionado Hacienda a lo largo de los años en los que se han ido realizando aportaciones. Las personas de más de 52 años (y con mayor importancia a medida que la edad aumenta) que agoten al máximo sus aportaciones a planes de pensiones pueden encontrarse con que los beneficios fiscales que obtienen año tras año son en muchos casos superiores -depende de la rentabilidad financiera obtenida- a los costes fiscales que habrá que asumir posteriormente.

A la hora de optar por un sistema u otro de hacer efectivo un plan de pensiones, no hay que olvidar tampoco el historial de rendimientos que este fondo posee. Puede no resultar muy rentable abandonar un producto financiero de este tipo por, teóricamente, ahorrarse el pago de impuestos si el dinero se coloca en otro activo que genera ganancias significativamente inferiores.

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