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Reportaje:

Winterthur se reorganiza en España

Una nueva estructura interna frena las pérdidas multimillonarias de los últimos ejercicios

La confluencia entre riesgos financieros, patrimoniales y personales, junto al fenómeno de la globalización, empuja a las empresas, y la aseguradora suiza Winterthur, ahora integrada en Credit Suisse Financial Services (CSFS), una unidad especializada del banco creada en junio del año pasado, no es una excepción. La compañía de seguros intenta superar rápidamente los problemas de solvencia acumulados por su filial española durante la última década. Sólo a cuenta de los tres últimos ejercicios la casa matriz tendrá que aportar más de 70.000 millones de pesetas. Tras las medidas adoptadas en las últimas semanas, centradas básicamente en una reducción drástica del gasto, esta aseguradora, que gestiona primas por valor de unos 200.000 millones de pesetas y cuenta con unos activos totales de 650.000 millones de pesetas, conseguirá beneficios este mismo año.

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No siempre una buena imagen se corresponde con los hechos. Aspectos relevantes de la gestión de Winterthur en España han sido sistemáticamente sustraídos a la opinión pública gracias a una política de comunicación plagada de intereses, filtros, y un presupuesto anual que rondaba los 2.000 millones de pesetas. Presente en nuestro país desde 1910, hasta principios de los ochenta la empresa no empieza a adquirir notoriedad de marca, gracias a la labor que desarrolla José Cercós, director general en aquel momento y actual presidente. Entre 1981 y 1994, Winterthur aborda su expansión en España basándose en un crecimiento propio no exento de problemas. Las multimillonarias inversiones en publicidad, patrocinios y relaciones con la prensa actúan para que en 1993, tras una inspección de la Dirección General de Seguros, la entrada de la compañía en medidas cautelares en 1994, es decir, a un paso de su intervención administrativa, pase inadvertida.

En 1995, Winterthur compra La Equitativa y Schweiz, dos aseguradoras de directo que pertenecían al Grupo Swiss Re. Con estas adquisiciones, la filial española de Winterthur consigue la excusa perfecta para justificar sus necesidades de financiación, en realidad provocadas por un uso poco eficaz de los recursos. Swiss Re vende las sociedades de la forma más saneada posible, pero la imagen que se traslada al mercado es que las compañías adquiridas requieren fuertes inversiones. La realidad es otra. Tras su fusión, Schweiz aporta una tesorería de más de 30.000 millones a su nueva propietaria, y, sin embargo, La Equitativa precisará capital, aunque a partir de 1996 está en condiciones de ofrecer beneficios que nunca se llegarán a materializar por los intereses en juego.

En los cuatro últimos años alrededor de una docena de directores generales y altos ejecutivos abandonan Winterthur en España y Portugal por diferencias con la línea de gestión presidencialista que caracteriza al grupo. Este modelo de gestión es corregido con efecto de 1 de enero de 2001, ya que CSFS se estructura en cinco divisiones de negocio a escala mundial, lo que reporta cambios en España. Estas divisiones son: Credit Suisse Banking, para banca al por menor; Winterthur Insurance, para el seguro no vida; Winterthur Life&Pensions, para el negocio de vida y pensiones; Credit Suisse Personal Finance, para atención a clientes locales de alto poder adquisitivo, y Credit Suisse e-Bussiness, para comercio electrónico. Mientras, José Cercós, como presidente, asume las funciones de representación del grupo en España y Portugal, las funciones ejecutivas recaen directamente en un corporate de nuevos CEO (presidentes ejecutivos) que son nombrados al efecto: César Bardají, en Winterthur Insurance; Ernesto Casa, en Winterthur Life Ibérica; Jorge Andreu, en Winterthur Pensions Iberia, y Emilio Sáez, en Winterthur International Ibérica.

La asunción de nuevas responsabilidades tiene efectos inmediatos en la gestión de la empresa. La primera decisión de César Bardají, al que reportan todas las unidades corporativas, es cortar por lo sano la sangría de gastos e impone las destituciones de Félix Tarradellas, director de siniestros, y Carles Flo, director de marketing estratégico. Bardají, un ejecutivo pragmático que se incorporó la primavera pasada a Winterthur desde su último puesto como vicepresidente de marketing de Pepsico para el sur de Europa, basa su estilo de gestión, según sus palabras, en 'evaluar las oportunidades que debe tener una compañía moderna, profesional y transparente, en nuestra información y acciones hacia los mediadores, el consumidor y entre las distintas áreas de la compañía'. Nada que ver con la anterior línea de gestión basada en favoritismos.

En la nueva estructura española de Winterthur dos cosas han llamado la atención sobre Cesar Bardají. La primera, que ha puesto su despacho al lado de José Cercós, en la octava planta del edifico de Francesc Macià, número 10. La segunda, que casi siempre habla en inglés, el idioma corporativo del grupo. Otro aspecto práctico es que se han adaptado las tarifas a las necesidades de solvencia del grupo, dejando de subvencionar la adquisición de cuota de mercado a base de perder dinero. Bardají resume su filosofía de actuación con un deseo: 'Configurar una compañía que obtenga la confianza de los consumidores, porque son importantes, y todas nuestras decisiones de negocio estarán pensadas y centradas en el cliente, en darle servicio, valor añadido, protección y negocio'. Conociendo cómo está el patio del seguro, concluye: 'No me asusta la competencia'.

Oficialmente, Winterthur declaró pérdidas en España por valor de 5.600 millones de pesetas en 1998 y 2.900 millones de pesetas en 1999. Sin embargo, la falta de provisiones elevó estas cifras hasta alrededor de los 30.000 millones de pesetas en 1998 y los 14.000 millones de pesetas en 1999. Está previsto que el ejercicio 2000 arroje pérdidas, o falta de provisiones, por valor de otros 30.000 millones de pesetas.

El comienzo del año 2001 ha supuesto el punto y final de una etapa. Winterthur, una compañía moderna que en España cuenta con 50 oficinas, 2.000 empleados y 4.000 agentes y corredores que distribuyen sus productos, ha realizado una importante apuesta por poner sus productos y servicios al día, reorganizarse internamente, confluir con los intereses del CSFS y empezar a ganar dinero. Su portal de Internet dirigido al mercado español es, probablemente, el mejor de la red, y uno de los pocos que permite la contratación de seguros on line. Ernesto Casa, CEO de Winterthur Life Ibérica, mantiene como prioridades de su área la exteriorización de compromisos por pensiones y los unit linked. Jorge Andreu, CEO de Winterthur Pensions, destaca los 125.000 millones de pesetas de activos gestionados en fondos de pensiones del sistema individual, lo que convierte a esta entidad en la primera aseguradora por volumen en este capítulo; además, destaca el esfuerzo que se va a realizar para comercializar hasta 50 fondos de inversión de Credit Suisse. La fundación Winterthur, que preside Jaime de Marichalar, aporta un plus de imagen positiva y en la misma figuran como patronos una distinguida representación de altas personalidades del país.

Diferencias suizas

Mientras Winterthur pone la casa en orden, otra compañía con menos imagen en nuestro país, pero más importante como aseguradora global, la también suiza Zúrich, se prepara para realizar un auténtico despliegue en el mercado. Las órdenes de su presidente mundial, Rolf Hüppi, es pasar de una base de 35 millones de clientes en el mundo a 100 millones en tres años. La visión de Hüppi ya provocó que la entidad pasara a denominarse Zúrich Financial Services (ZFS) en septiembre de 1998. En España, la compañía ha conseguido beneficios regularmente y sólo en los cuatro últimos años éstos han superado los 5.000 millones de pesetas anuales. Esta forma de gestión le ha valido a José Cela, su máximo responsable en nuestro país, el nombramiento de nuevo CEO (presidente ejecutivo) para la región sur de Europa, con responsabilidad sobre España, Portugal, Francia, Italia, Marruecos, Norte de África y Oriente Próximo. ZFS ha dividido el mundo en ocho regiones y tres líneas de negocio globales -reaseguro, soluciones corporativas y gestión global de negocios-, la entidad cuenta con un centro corporativo y varias divisiones para el desarrollo de sus distintas actividades financieras.

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