El Gobierno elimina la distancia mínima entre gasolineras en carretera
El real decreto aprobado ayer por el Consejo de Ministros modifica el artículo 58 del Reglamento General de Carreteras, que hasta ahora establecía que para instalar una gasolinera era preciso guardar al menos 20 kilómetros de separación. La eliminación de este requisito permitirá aumentar el parque de estaciones de servicio. En la actualidad, hay 7.643 gasolineras en España y los nuevos entrantes sólo tendrán que someterse a las consideraciones de seguridad vial y la correcta explotación de la carretera.
El cambio de reglas está destinado, en teoría, a beneficiar a las empresas con menor cuota de mercado, como BP, por ejemplo, que controla el 10%, puesto que las dos grandes petroleras (Repsol, con una cuota de mercado de 43% y Cepsa, con un 21%) tienen vetado abrir nuevas estaciones de servicio entre los próximos tres y cinco años, según otra de las medidas aprobadas en junio pasado.
No obstante, esta prohibición se aprobaba tan sólo pocos días después de que el Ministerio de Fomento otorgara a Repsol y Cepsa la mayoría de las nuevas áreas de servicio -55 en una primera fase- que se construirán en las grandes autovías públicas, lo que, en la práctica dejaba casi sin efecto esta medida liberalizadora, porque las concesiones son de entre 20 y 45 años.
Además, la paradójica decisión de Fomento pone en peligro la intención de que de que se abran 450 estaciones de servicio hasta 2004, según el plan diseñado el Ministerio de Economía. Existe también la duda de que la supresión de la distancia mínima entre estaciones de servicio tenga resultados visibles. Abrir una gasolinera de autopista cuesta unos 500 millones de pesetas y, según el sector, el negocio de la venta de carburantes no es tan rentable en España.Cuando se aprobó el 23 de junio ese conjunto de medidas para aumentar la competencia en el sector de la distribución de carburantes, el Ejecutivo estaba acuciado por la escalada de precios de las gasolinas. Hoy, casi ocho meses después, y pasada esa urgencia, casi ninguna de esas medidas se ha llevado a cabo.
Estaciones en hipermercados
Entre ellas, la más polémica fue la de permitir a los hipermercados incorporar una estación de servicio en sus instalaciones, lo que puso en pie de guerra a los propietarios de gasolineras. Para favorecer esta situación, el Ejecutivo permitió a las grandes superficies comerciales construir la gasolinera en su superficie independientemente de cuál fuera la calificación urbanística de los terrenos. La Confederación Española de Estaciones de Servicio, que agrupa a los propietarios de gasolineras, recurrió esta medida ante las autoridades Bruselas por entender que la recalificación de terrenos son unas ayudas de Estado encubiertas evaluadas en 175.000 millones de pesetas para las cinco grandes empresas (Carrefour, Eroski, Caprabo, El Corte Inglés y Alcampo).
Otra de las medidas de junio que todavía no se han puesto en marcha ha sido la obligación de que las estaciones de servicio facilitaran también información sobre el precio de los carburtantes en las gasolineras más cercanas.
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