El secretario del Tesoro de Estados Unidos afirma que la economía 'parpadea en cero'

El secretario del Tesoro dijo que el frenazo económico hacía especialmente necesaria la reducción de impuestos, por un importe de 1,6 billones de dólares en los próximos 10 años, propuesta por el presidente Bush al Congreso el pasado jueves. 'Necesitamos un crecimiento del 3% o el 4% sin inflación, y devolver el dinero a la gente parece lo más apropiado para animar el consumo', explicó.

La recesión ha dejado ya de ser una simple hipótesis para Wall Street. La sociedad de inversiones Morgan Stanley Dean Witter considera 'posible' que en el actual trimestre y en el próximo se registre un crecimiento negativo. Algunos analistas afirman que en estos momentos ya se ha bajado de cero.

Valoraciones dispares

Los análisis sobre la situación son, sin embargo, muy dispares. William Poole, presidente de la Reserva Federal de St. Louis y miembro del Comité Federal del Mercado Abierto, el organismo de la Fed que fija los tipos de interés, declaró ayer que no eran perceptibles los síntomas clásicos de una entrada en recesión, como el declive del mercado inmobiliario, y que el problema podría reducirse a 'un hipo en el sector industrial'. Poole admitió que 'hay pesimismo en muchos lugares y muchos hablan de recesión', por la caída de la producción industrial, pero añadió que no se podía 'pisar el acelerador' con una reducción drástica de los tipos 'sin considerar los riesgos inflacionarios a largo plazo'.

La Reserva Federal mantiene la predicción de que el crecimiento se recuperará después del verano, tras una 'corrección cíclica'; debida al alto nivel de almacenaje de las empresas y a una excesiva proliferación de compañías de Internet. William Poole dijo que la Fed no debía 'precipitarse' en abaratar los créditos, pese a que en Wall Street se calcula, a partir de las actuales operaciones de compraventa de bonos del mercado central, que la institución presidida por Alan Greenspan bajará los tipos al menos un cuarto de punto en marzo, y medio punto más antes de agosto. La predicción de los inversores es que en septiembre el tipo básico del interbancario no superará el 4,75%.

Japón, con el lastre de la recesión pisándole los talones, decidió ayer una bajada de los tipos de interés de descuento (los que aplica el banco central para prestar dinero a las entidades) del 0,5% en que se encontraban hasta el 0,35%. El Gobierno había presionado fuertemente a la autoridad monetaria sobre una medida de este tipo, que no se adoptaba desde septiembre de 1995, una vez conocido que la economía japonesa retrocedió un 0,6% en el tercer trimestre de 2000 en vez de avanzar el 0,2% anunciado. 'Si el papel del Banco de Japón (central) es evitar la inflación, también lo es combatir la deflación', señaló el ministro de Servicios Financieros Hakuo Yanagisawa antes de que el banco adoptara su decisión.

No obstante, los analistas creen que el alcance de esta actuación es limitado, ya que el tipo de interés más utilizado en Japón permanece en el 0,25%. Más bien se trata de un gesto político para advertir de que se puede ser más contundente si la economía lo requiere.

El tipo de interés interbancario continúa en el 0,25% desde que el Banco de Japón, haciendo gala de su independencia, decidió el pasado mes de agosto acabar con su experimento de tipos de interés cero, practicado durante 18 meses.