Haarhuis, toda una amenaza para Corretja y Balcells

Da lo mismo quien juegue con él. Paul Haarhuis, de 34 años de edad, marcará el punto de dobles que hoy (14.30, La 2) se disputará en el Sportscentrum, de Eindhoven. Puede que le acompañe Sjeng Schalken, tal como se anunció en el sorteo, o puede que lo haga Jan Siemerink, que quedó excluido de los partidos individuales de la primera jornada. Ha jugado con los dos y con ambos compone una pareja solvente y peligrosa. Haarhuis, el héroe de la única victoria de Holanda sobre España en la Copa Davis -en Barcelona, en 1993- puede ofrecer esta tarde a su país un punto crucial frente a los españoles Àlex Corretja y Joan Balcells.

El palmarés de Haarhuis en esta competición no es, sin embargo, tan brillante como el que tiene en el circuito. Si jugando por su país ha ganado once partidos de dobles y perdido siete, no haciéndolo ha sumado 51 títulos -el último, la semana pasada, en Milán, junto a Schalken-, cinco de ellos correspondientes al Grand Slam: dos de Roland Garros, en 1995 y 1998; uno de Wimbledon, en 1998; uno del Open de Estados Unidos, en 1994, y otro del Open de Australia, también en 1994.

Ese último año fue número uno en dobles con Jacco Eltingh como compañero habitual. Ahora es el cuarto jugador mundial. Suele formar pareja con el australiano Jason Stolle. Pero también disputa algunos certámenes con Siemerink y Schalken.

Eficacia

Frente a estos avales, la pareja española ofrece eficacia e ilusión. Corretja y Balcells tal vez no forman un gran doble, pero se complementan a la perfección y van adquiriendo experiencia gracias a la confianza que tanto el G-4 en 2000 como el G-3 en 2001 están depositando en ellos.

Tras la larga búsqueda de un dúo que ofreciera garantías, alargada desde 1993, cuando Emilio Sánchez y Sergio Casal fueron excluidos del equipo -después los recuperó Manolo Santana, en 1995, para jugar en México-, contar ahora con Corretja y Balcells parece un auténtico lujo.

Pocos confiaban en ellos cuando el año pasado debutaron frente a Italia, en Murcia. Pero con sus victorias frente a los norteamericanos Martin y Woodruff y ante los australianos Woodforde y Stolle no sólo aportaron puntos decisivos, sino que también se ganaron todo el crédito.

Están ahí y tienen un balance de tres victorias y una derrota -contra los rusos Kafelnikov y Safin en cuatro mangas-. No es muy amplio, pero es el mejor que presenta cualquier pareja española en la Copa Davis desde 1993.

Corretja aporta experiencia, serenidad y solidez para resolver los momentos cruciales. Balcells da seguridad con su saque y resuelve con eficacia los puntos que deben decidirse en la red. Y los dos mantienen intacta la misma ilusión que mostraron en su debú por ganar su punto. Puede que eso les baste también frente a los holandeses en su primer partido en una superficie dura. Pero deberán afinar mucho. Sus rivales serán un termómetro. No van a regalarles nada.