Los alcaldes socialistas cederán suelo para viviendas de inmigrantes cuando lo hagan los populares

El primer paso para que promotores privados puedan construir viviendas de alquiler destinadas a inmigrantes es que los ayuntamientos implicados cedan suelo. Pero ninguno está por la labor de dar ese primer paso.

'Los alcaldes del PSOE no van a ofrecer suelo si no lo hacen todos los municipios, porque se podrían producir avalanchas de unos pueblos a otros que colapsarían todos los servicios públicos que ofrecen esas localdiades', afirmó Martín Soler.

El secretario del PSOE almeriense reconoció de modo implícito el estancamiento de la situación al afirmar: 'En estos momentos, sólo confío en la iniciativa privada de los empresarios de las zonas en las que hay un gran colectivo de inmigrantes'.

Los socialistas consideran, además, que debe ser el municipio de El Ejido el primero que de ejemplo en la solución del tema de la vivienda. 'La primera piedra que se tiene que mover en la cesión de suelo le corresponde al Ayuntamiento de El Ejido, porque ese es el referente negativo del Poniente almeriense en el tema de la inmigración', aseguró la parlamentaria andaluza Mari Carmen Ortiz.

Martín Soler responsabilizó al alcalde de El Ejido, el popular Juan Enciso, de la imagen de la provincia. 'Los viajes a Bruselas para lavar la imagen de Almería no valen para nada si el PP no consigue que Enciso se calle, porque la mala imagen de Almería la ha generado Juan Enciso con sus palabras, su política y sus actitudes', manifestó Soler.

Los socialistas pidieron también una aportación financiera por parte del Gobierno central para servicios de salud y educación a los inmigrantes.

Por otra parte, centenar de vecinos del barrio almeriense de Pescadería se manifestó ayer en contra de la instalación de un consulado de Marruecos en el barrio. Los vecinos justifican su rechazo en 'razones de seguridad y orden público'. 'Diríamos que no a cualquier consulado', afirmó un vecino. No obstante, matizan que los problemas en la negociación pesquera convierte la propuesta de instalar un consulado en una 'provocación'.