UPN propone un contrato de 7 años improrrogable para las Bardenas

La Unión del Pueblo Navarro (UPN) desveló ayer sus cartas en la compleja situación que atraviesa el futuro del polígono de tiro de Bardenas Reales, tras un mes de negociaciones entre los partidos navarros para consensuar una postura ante el Gobierno central. El vicepresidente, Rafael Gurrea, se reunió por tercera vez con dirigentes socialistas y CDN. Les entregó la única oferta que considera viable para conseguir que el Ministerio de Defensa firme un nuevo contrato, esta vez improrrogable, de uso militar del polígono por un máximo de siete años, con la prohibición de usar armamento nuclear, bacteriológico o químico. La Junta de Bardenas y los municipios congozantes recibirían 600 millones de contraprestación, además del compromiso de la cesión gratuita de la titularidad del suelo a Navarra.

Gurrea anunció que ésa es la única oferta que él está dispuesto a negociar ante el Gobierno central porque, añadió, acudir a Madrid para pedir estaciones del AVE, la gratuidad de la autopista de Navarra o dinero para autovías -propuestas que han hecho socialistas y CDN- 'pone al borde del ridículo a este consejero y a toda la sociedad navarra y afecta a la dignidad personal y política del cargo'. Dichas reivindicaciones fueron calificadas por el portavoz de UPN como 'inabordables'.

'Me consta personalmente que Aznar no está dispuesto a firmar ningún contrato improrrogable', indicó Gurrea al término de la reunión de los partidos navarros, 'pero yo estoy convencido de que si los partidos, la Junta de Bardenas y el Gobierno reivindicamos monolíticamente esa cláusula, el Ejecutivo acabará aceptándola. Será una negociación difícil, pero si es razonable, se conseguirá', dijo.

La oposición pide tiempo

Socialistas y convergentes escucharon la propuesta del Gobierno y pidieron tiempo para hacer consultas. UPN insistió en que al jaque del Consejo de Ministros (aprobar un real decreto que declara el interés del polígono de Bardenas para la defensa nacional) debe contraponerse otro desde Navarra que haga hincapié en un objetivo esencial: el cese de la actividad armada.

Para ello, según Gurrea, hay que conseguir un contrato improrrogable ligado a cláusulas 'razonables' que no den al Estado 'la oportunidad de refugiarse en las desmedidas y disparatadas peticiones de los navarros' para echar mano del decreto y seguir usando Bardenas para siempre.

Gurrea explicó que se propone un contrato de siete años porque cualquier alternativa de polígono acabará recurrida en la vía contenciosa ante el Tribunal Supremo y, muy probablemente, ante el Constitucional. De modo que se arbitra un periodo temporal que permita a Defensa acabar el litigio en los tribunales.

Si PSN-PSOE y CDN no aceptan el modelo negociador de UPN, la comisión se disolverá y sólo la Junta de Bardenas negociará el nuevo contrato.