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Gracia Morales gana el Premio Marqués de Bradomín de Teatro

'Hoy es más facil publicar poesía o narrativa que montar teatro: por eso hay pocos autores teatrales jóvenes'. Ésa es la idea que sostiene Gracia Morales (Motril, Granada, 1973), reciente ganadora del Premio Marqués de Bradomín de Teatro que, dotado con un millón de pesetas, otorga el Instituto de la Juventud del Ministerio de Asuntos Sociales. Su obra, Quince peldaños, se estrenará en octubre. Morales cree también que ahora se tiende a valorar de nuevo el teatro de texto y con argumento.

'Hay muchos problemas para montar obras de teatro, y sólo dos caminos', dice la ganadora del premio, 'o recurres a una compañía ya formada, que siempre preferirá a un autor conocido, o formas tu propio grupo teatral'.

Con Quince peldaños, su séptima obra, que también ganó el accésit del premio Miguel Romero Esteo que concede el Centro Andaluz de Teatro, no tendrá ese problema. El Instituto de la Juventud (Injuve) montará la obra para la Semana de Teatro de la Villa de Madrid y luego la llevará a Alicante.

Quince peldaños narra la historia de tres personajes extraños, un matrimonio y un joven, que aguardan en una estación sin saber qué ni para ir adónde. Julia, el personaje femenino, vive subida en lo alto de una escalera de 15 peldaños y mantiene una relación extraña y de silencio con su marido. Todo empezará a cambiar con la aparición del joven.

'Se trata de una especie de metáfora sobre las relaciones personales', dice Morales, que ya ha visto representadas otras obras teatrales suyas, como Reflejos, Triángulos concéntricos o Interrupciones en el suministro eléctrico.

Licenciada en Filología, Gracia Morales, que ultima su tesis sobre los cuentos de Julio Cortázar, defiende la vigencia actual del teatro. 'Tal vez el cine es más espectacular y la gente acude más a él, pero cuando se ha conocido un poco el teatro, se disfruta más y más con él'.

Los jóvenes autores, a su juicio, no tienen muchas oportunidades sin embargo para ver representadas sus obras. 'Es un problema constante', dice Morales. 'Las compañías siempre prefieren a un autor con nombre, que da más seguridad y atrae más. Si montas a Lorca o Shakespeare, sabes que tienes un nombre que da seguridad'.

También considera que, después de una época fuerte en que imperó la ausencia de texto y argumento en el teatro, ahora hay una tendencia a recuperar ambas cosas. 'Si quitas el argumento en una obra teatral, le estás quitando al público una referencia que es muy importante. A la gente le gusta el buen teatro, y a veces las propuestas vanguardistas no pueden llegar a muchos'. Morales defiende también la necesidad de un teatro comprometido. 'Todas mis obras', dice, 'tienen algo de crítica social, de visión humana'.

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