El municipio pondrá medianas para aislar el 'carril-bus'
El Ayuntamiento colocará en Serrano 'ojos de gato' como los de la calle de Alcalá
El Ayuntamiento sigue estudiando la manera de aislar los colapsados carriles-bus de la ciudad tras abandonar el proyecto de las balizas de goma abatibles por considerarlas peligrosas. A juicio del concejal de Movilidad Urbana, Sigfrido Herráez, del PP, impulsor del carril-cono puesto en marcha en navidades y retirado el 10 de enero, garantizar que los autobuses y los taxis circulen por su vía exclusiva es condición ineludible para estimular el transporte público. Entre las soluciones que se van a poner en marcha para impedir que los automóviles invadan el carril-bus está la de extender el uso de los llamados ojos de gato (luces alineadas en la calzada como las que ya están instaladas en algunos tramos de la calle de Alcalá); modificar el sentido de marcha de los autobuses en determinados carriles-bus e implantar medianas que separen tajantemente la calzada destinada al transporte público del resto de la circulación.
El concejal responsable de la circulación ha ordenado elaborar un estudio pormenorizado 'calle por calle' a fin de descubrir cuál es el sistema 'particular y concreto' que encaja en cada vía de la ciudad.
'En algunas calles anchas, como Príncipe de Vergara, por ejemplo, se instalarán medianas como las que ahora existen en el paseo de Extremadura', explica el edil, que incluso apunta que, 'dependiendo del distrito, se podrían poner encima plantas u otros adornos'. Herráez considera que este sistema 'no es peligroso'. 'En la carretera de Extremadura, que es una vía que yo conozco bien, no se estrellan ni los coches ni las motos con la mediana', aclara. De cualquier modo, Herráez considera que la medida de las medianas 'no será la principal en las calles de Madrid para proteger los carriles-bus'. 'Antes', añadió, 'se buscarán otros sistemas'.
La oposición municipal, aunque considera que la idea de las medianas es 'positiva', tacha su implantación ahora por parte del PP de ' auténtica vergüenza'. En abril de 1987, el concejal socialista Valentín Medel colocó un bordillobus en Serrano. Siguieron otros en otras calles. En 1989, cuando el PP y el CDS desalojaron al PSOE del gobierno municipal, los bordillos que aislaban el carril-bus fueron retirados. José María Álvarez del Manzano, por entonces primer teniente de alcalde, fue particularmente beligerante contra la medida.El concejal Valentín Medel dimitió en 1988, tras prometer que en 100 días acabaría con los atascos de Madrid. Le sucedió en el cargo el también socialista Eugenio Morales, que extendió los bordillos-bus a más calles. En total, se instalaron 3,5 kilómetros. En junio de 1989, una moción de censura descabalgó al PSOE del poder. El CDS y el PP se auparon a la alcaldía en junio de ese año y no perdieron el tiempo: dos meses después, el por entonces primer teniente de alcalde, José María Álvarez del Manzano desmontaba el bordillo-bus de la calle de Serrano, el más polémico. Posteriormente, en julio de 1991, ya con Álvarez del Manzano al frente de la alcaldía, se retiraban el resto de los bordillos.
'Es impresentable que ahora, un concejal del PP, perteneciente al equipo de gobierno de Álvarez del Manzano, proponga instalar una mediana en algunas calles. Eso es como nuestro bordillo, como el que pusimos nosotros y el alcalde se dedicó a quitar. La medida es buena. Estamos de acuerdo con ella ¿Cómo no vamos a estarlo si nosotros la instalamos? La diferencia es que nosotros lo hicimos hace más de 10 años. Si Álvarez del Manzano no los hubiera quitado, los madrileños se habrían ahorrado mucho dinero y muchas horas de atascos. Pero eso es irrecuperable. Por eso mantengo que instalar ahora las medianas es una vergüenza', explicó Eugenio Morales, ahora en la oposición municipal.
'Cambian el nombre'
'Ahora bien, que no cambien los nombres. Una mediana es una mediana, y se pone en la mitad de la calle. De ahí el nombre. Lo que quieren poner no es una mediana, sino un bordillo para separar el carril-bus', añadió el concejal del PSOE.
Herráez insiste en que las medianas 'sólo serán uno de los varios medios que se instalarán'. Y especifica que en la calle de Serrano no se va a colocar. 'Ahí se instalarán los ojos de gato', asegura. Estas luces planas intermitentes funcionan ya en algunos tramos de la calle de Alcalá, como el que une la plaza de la Independencia con Cibeles. 'Los ojos de gato funcionan, son disuasorios, eso lo hemos comprobado', señala el edil de Circulación. 'A la gente le da apuro aparcar en un carril que está rodeado de luces', añade. Este sistema tiene una pega: es caro. Cada ojo de gato cuesta cerca de 20.000 pesetas, debido a la instalación eléctrica que requieren para funcionar correctamente.
En la calle de Serrano, además de los ojos de gato, el Ayuntamiento estudia recortar las aceras a fin de ganar espacio en la calzada para que puedan aparcar coches o parar los autobuses. En el informe que elabora actualmente el Área de Circulación se consignarán qué calles son susceptibles de sufir recortes en las aceras.
'Morder las aceras'
Herráez en esto asegura tenerlo muy claro: 'Esto de morder las aceras sólo se llevará a cabo en calles en las que midan al menos ocho metros de ancho y en espacios situados entre dos árboles. El Ayuntamiento está ampliando aceras en otros sitios de la ciudad, intentando ganar sitio para los peatones, así que no tiene mucho sentido que en otras calles haga lo contrario', explica Herráez, que simultanea sus labores como concejal de Circulación con las de edil de Vivienda y Rehabilitación Urbana.
Otro de las ideas barajadas por el Área de Circulación es la de extender las líneas de autobuses que circulan en sentido contrario al resto de los coches. Ya hay casos en la ciudad: en la calle de Atocha, por ejemplo. 'Es un buen sistema porque impide taxativamente que los automovilistas aparquen o utilicen indebidamente el carril-bus, pero tiene el inconveniente de que no se puede aplicar en muchas calles debido a que son estrechas', señaló el concejal de Circulación.
El edil responsable del tráfico en la capital asegura que no piensa desechar ninguna idea a fin de que los carriles-bus queden en manos exclusivas de los conductores de la Empresa Muncipal de Transportes y los taxis. Incluso hasta las, en teoría, abandonadas gomas abatibles: 'Tenemos almacenadas unas 40 gomas de ese tipo, que bien se podrían utilizar a la entrada de los túneles o puentes, o, incluso, en alguna calle en la que no impliquen ningún peligro'.
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