Los grandes no bajan la guardia
Raúl acaba con la resistencia de un gran Málaga - El 'Depor' supera al Racing sin despeinarse - El Zaragoza tritura al Rayo (6-1) - El Villarreal vence al Alavés sin goles de Palermo - Con Collymore, el Oviedo tampoco anota fuera y cae en Las Palmas
Al toque de trompeta del Barça, la 21ª jornada de Liga dejó un saco de goles. Los siete tantos del Camp Nou, donde el Barça trituró a un amigo invisible, se reprodujeron en el Santiago Bernabéu, aunque repartidos de forma diferente. El Madrid derrotó al Málaga por 4-3, un triunfo meritorio por la gran resistencia ofrecida por el Málaga, que jugó con un desparpajo inaudito. El líder se sintió seriamente amenazado por un equipo sin complejos, pero Raúl sacó petróleo en el área de Contreras. Enganchado al genio del delantero, el equipo de Del Bosque dio la vuelta al resultado. A cada embestida malaguista, los madridistas respondieron con otro golpe de inmediato. A punto de cerrar la faena, Figo se ganó una tarjeta que le impedirá acudir a San Mamés el próximo sábado. Un gesto similar al de su ex compañero Guardiola, que se quitó del medio para no visitar al colista (Racing) y se tomó unas vacaciones a la espera de que el Deportivo aterrice en Barcelona dentro de quince días. El Athletic lo hizo tan rematadamente mal que el Barcelona pasó el trance en un balneario, sin un leve rasguño.
Quien tampoco se vio en apuros fue el Deportivo, al que el Racing le dio un plácido masaje. Sólo la holgazanería de los de Irureta maquilló el marcador (2-1).
La otra zurra de la jornada se produjo en La Romareda. El Zaragoza hizo añicos al Rayo (6-1), que parece tan desinflado como el Alavés, equipo que le discutía en la primera vuelta el trono de los modestos. Los vitorianos cayeron en Villarreal, donde debutó Martín Palermo, aunque desde que se anunció su fichaje los goles son cosa de Craioveanu. También debutó Stan the man, el escolta de Antic en Oviedo, pero los carbayones siguen sin comerse un rosco fuera de casa. Con Collymore y sin Collymore continúan sin marcar fuera de casa. En Las Palmas, un gol de Oulare prolongó la sequía de los asturianos, que se llevaron otro susto mayúsculo. Si hace unas semanas Sietes resultó malherido en Valencia, ayer Pablo Suárez fue retirado del campo con un collarín por problema de cervicales. La angustia también invadió Anoeta y El Sadar, donde los malos tragos se suceden. En San Sebastián, el Celta remontó un 2-0 en el descuento y arañó un punto. En Pamplona, el Espanyol goleó a Osasuna. Malos tiempos en el norte.
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