El 74% de los jóvenes prueba el alcohol por primera vez a los 11 años

El 74% de los jóvenes españoles ha probado el alcohol por primera vez entre los 11 y 12 años, mientras que sólo un 3,5% ha consumido drogas ilegales, según ayer Francisco Freixa, doctor en Neuropsiquiatría y médico alcohólogo de Barcelona. Freixa, que intervino en Torremolinos (Málaga) en unas jornadas de la asociación de Ayuda a la Recuperación de Enfermos Alcohólicos (AREA), afirmó que 'hay muchos problemas asociados, pero un chico de 23 años se toma ocho cubatas y una pastilla y la culpa es de la pastilla y no de los ocho cubatas, lo cual es falso'.

Añadió que la tendencia actual de consumo es a aumentar, 'pero no porque más jóvenes beban, sino porque lo hacen con menor edad', y que 'las encuestas dicen algo que no gusta oír, que la droga más complicada y más compleja es legal y se llama bebidas alcohólicas, y además es una droga que sin ser adicto se muere por ella'.

Consideró que las bebidas alcohólicas son un problema de salud y cultural y que los 'jóvenes no hacen otra cosa que imitar a sus mayores con otro modelo de beber'. En vez de culpar a los jóvenes, Freixa cree que se debe hacer 'reflexionar sobre cómo la sociedad de los mayores no toma medidas importantes'.

Este experto incidió en que 'debe quedar claro que las bebidas alcohólicas son un producto de riesgo' y que a los jóvenes 'no se les debe responsabilizar de lo que les está pasando, sino a la sociedad adulta, que publicita sin ninguna advertencia las bebidas alcohólicas'.

Destacó que todo lo que lleve alcohol 'no puede ser bueno, porque es una sustancia extraña para el cuerpo humano', y que uno de los principales problemas es que los jóvenes 'han asociado marcha y diversión con el colocón del alcohol'.

Para Freixa, 'se debería hacer como en otros países, en los que todas las bebidas llevan una etiqueta de advertencia', y aunque con esto no se resuelve el problema inmediatamente, se generará 'la misma duda que con el tabaco, en el sentido de que nadie es capaz de decir ahora que es bueno para el corazón, y en cambio la industria alcoholera quiere convencer de que es bueno'.

Además, recordó que las bebidas alcohólicas tienen precio y hay una industria detrás, por lo que el problema del alcohol 'es social y también tiene un trasfondo económico que hace que las administraciones no se atrevan con el etiquetado'. Freixa auguró que de la misma manera que se han presentado querellas contra las tabaqueras, 'dentro de poco un sistema jurídico coherente conllevará que un señor con una hepatopatía alcohólica demostrada se querelle contra el que vende una bebida sin ninguna advertencia de su riesgo potencial'.