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PNV y PP negocian coaliciones preelectorales ante su reñida disputa en los comicios vascos

Ambos partidos pretenden evitar la dispersión de voto concurriendo junto a EA y UA

Pedro Gorospe

Los de Xabier Arzalluz por su parte y el PP por otra están inmersos en la búsqueda de alianzas que les permitan afrontar con mayores garantías las elecciones autonómicas. El PNV y EA trabajan ya en la búsqueda de una coalición que sea capaz de generar la ilusión en su electorado que no consiguió la de 1999 para las municipales. PP y UA hacen lo propio para revalidar su supremacía en Álava, una provincia en la que tienen que seguir creciendo para ganar al PNV en toda la comunidad autónoma.

El 'combate político' anunciado por el presidente del PNV durante la inauguración de un batzoki en Vitoria, una de las sedes de ese partido en la capital de Euskadi, se está preparando a conciencia. Los nacionalistas tienen ya bastante maduro que el acuerdo político para concurrir a las elecciones autonómicas cuando las convoque el lehendakari Ibarretxe es absolutamente necesario. Un acuerdo que, sin embargo, no quieren precipitar para evitar la desconfianza que generó en sus bases y en los cargos públicos la alianza de 1999 para las elecciones municipales.

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Deberes bien hechos

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Tanto PNV como EA atribuyen el fracaso de aquel acuerdo a que se hizo de manera forzada de arriba hacia abajo. No están dispuestos a lo mismo y ahora quieren que sean las propias bases y los cargos públicos quienes den solidez a un pacto que ambas direcciones consideran imprescindible para hacer frente a la 'mayor cruzada de los no nacionalistas'.

Aunque la alianza fue un fracaso en las municipales, ahora los nacionalistas barajan que con los deberes bien hechos y con un acuerdo bien trenzado desde abajo, ilusionante y cohesionado, podrían arrancar dos escaños, más los otros dos que consideran factible arrebatar a los descontentos de EH que confiaron en el discurso de Arnaldo Otegi y en la tregua de ETA y han quedado decepcionados.

'A grandes males grandes remedios', ha dicho el ex presidente de EA, Carlos Garaikoetxea para explicar que en una situación excepcional como la actual está justificado todo. Sin embargo, la posibilidad de un grupo único en el Parlamento formado por PNV y EA no acaba de generar la suficiente confianza en los cuadros de este partido. Para reeditar una coalición con el PNV, la Asamblea Nacional de EA debería aprobarlo con las dos terceras partes de sus miembros. Una resolución que es considerada como un freno, pero a la vez como una garantía de que si se aprueba, el acuerdo tendrá la virtualidad de vincular a todo el partido. En cualquier caso, las ejecutivas de las dos formaciones pretenden 'iniciar el proceso más antes que después' para evitar precipitaciones.

Mientras tanto, en el Partido Popular las negociaciones con UA para formar una coalición están en una fase de tira y afloja. UA, a pesar de su pequeña dimensión, aporta al PP la estabilidad que necesita en Álava. Ello permite a su secretario general, Pablo Mosquera, intentar un acuerdo que garantice la superviviencia de las siglas foralistas. Poco favorable a una coalición que se materialice en un grupo parlamentario único, prefiere mantener las identidades separadas, así como las siglas, y lanzarse a una elecciones con un programa único 'y desde la lealtad', pero 'sin que la experiencia se convierta en un intento de absorber nuestras siglas', explica Mosquera. En la mejor de las opciones consideran que el PP, con la ayuda de UA, podría sumar dos escaños más a los dos que espera subir por sus propios medios, colocándose con 20-21 en la estela de un PNV que en solitario pasaría a tener 22-23 en la más favorable de las opciones, y que podría llegar a 28 concurriendo con EA.

En ese esquema polarizado, el PSE va a basar su campaña en el PNV, y en el lehendakari. Aspiran a dos escaños más. Saltar a 16 bancos de los 14 actuales, les dejaría en una posición inmejorable para negociar lo que se han marcado como objetivo: que el próximo lehendakari sea socialista, bien en un gobierno de coalición con el PP o en otro, con un PNV que se haya desmarcado de Lizarra.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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