La 'crisis' de Internet respeta los sueldos
Un estudio constata que las retribuciones del sector crecen por encima de la media
La crisis que parece asolar a las empresas de Internet desde hace unos meses, incluidas las dificultades para encontrar financiación, algún que otro cierre y despidos a puñados, no afecta por el momento a los que aún sobreviven en ese sector. Los sueldos de estos trabajadores en España crecieron el año pasado por encima de la media, según se desprende del primer estudio de la consultora William M. Mercer sobre las retribuciones en este sector durante el pasado año, que anticipa también las tendencias de 2001.
El incremento salarial de las empresas relacionadas con Internet se incrementó el año pasado un 3,9%, frente al 2,3% de media que registraron los sueldos sujetos a convenio. A diferencia de lo que ocurre en otros negocios, los mayores incrementos del sector se produjeron en el nivel jerárquico más bajo (profesionales y técnicos), con un aumento en torno al 16,7%. Mientras el primero (directores generales y de unidad de negocio) registraba una subida ligeramente superior al 9%.
'La tendencia en otras empresas es aumentar los sueldos de los técnicos cada tres años, más o menos; sin embargo, en Internet se tiende a creer que en un año se adquiere mucha más experiencia y de ahí que se dé antes el salto', afirma Ruth Cerezo, consultora de la firma. Este año, la tónica será la misma, aunque la diferencia entre niveles no será tan acusada.
A pesar de la importancia de la retribución (según el estudio, es el principal motivo de abandono de una compañía), ésta no sirve ya para atraer a nuevos empleados, en opinión de Francisco Gasset, socio director de la firma de head-hunting Spencer Stuart. 'Lo que más interesa a los directivos que van a pasar de la economía real a la economía virtual es la viabilidad del proyecto y lo que puede suponer de reto profesional. Incluso pueden decidirse a dar el paso con el mismo sueldo, aunque, eso sí, con participación en los beneficios'. El consultor no oculta que, a pesar del fracaso de numerosas puntocom -en el último cuatrimestre de 2000 las empresas europeas perdieron un 46% de su valor, según un informe de PriceWaterhouseCoopers-, el deseo de hacerse rico a medio plazo es todavía atractivo.
De las empresas analizadas -con una media de 55 empleados y 1.528 millones de facturación-, el 95% ofrecen bonos; el 32%, comisiones; el 9% con participación de beneficios; la mitad con stock options y otro 18% dan la posibilidad de comprar acciones de la compañía. Eso sí, sólo en el caso de la participación en los beneficios las empresas dan este incentivo a la totalidad de la plantilla.
Las empresas emplean opciones sobre acciones tanto como un incentivo a corto plazo -el 50% de las consultadas- como a largo plazo -el 64%-. Además, existe un grupo muy numeroso que todavía no cuenta con este tipo de planes, según Gonzalo de la Cierva, presidente de Result, empresa europea especializada en asesorar a empresas relacionadas con Internet.
'A pesar de que son una herramienta muy útil de fidelización, estos planes no son fáciles de manejar porque, por una parte, es difícil recoger en ellos las futuras vicisitudes de la empresa, como ampliaciones de capital, nuevos socios, salida a Bolsa... Y, por otro, es compleja la valoración de las acciones cuando la empresa no cotiza'. Además, para que resulten atractivos para los ejecutivos, deben plantearse a corto plazo, y esto choca con los intereses de la organización, que lo que busca es retener el mayor tiempo posible.
Una de las armas que está surgiendo con fuerza para atraer nuevos ejecutivos son los denominados hiring bonus, que consisten en la entrega de una cantidad de dinero a un profesional para contar con su contratación. Es una práctica que emplea el 67% de las empresas, aunque lo limitan a determinados puestos -la media es que sólo uno de cada cinco empleados fichados la recibe-. La fórmula más común es la entrega de efectivo en el momento de la contratación, en una cantidad que iguale los beneficios que provendrían del antiguo empleo. Otra forma es que la nueva empresa garantice un bonus en el primer año de trabajo.
Unos más y otros menos, casi todos los altos directivos del sector invierten una parte de su tiempo en pensar fórmulas novedosas para retener a los profesionales, un capítulo que todavía no está resuelto porque sigue habiendo mucha demanda y, según dicen los expertos, escaso talento en venta. No todos esos incentivos son de carácter económico. Algunas empresas han optado por tener un gimnasio en la oficina, otras por dejar entrar a los animales de los empleados.
Más horas de trabajo
Si hay algo que diferencie a las empresas de Internet del resto de sectores es su juventud, circunstancia que provoca una cierta indefinición en algunas áreas, entre ellas la de la retribución. No es, sin embargo, la única particularidad: el sector se muestra como uno de los más exigentes, al menos en lo que se refiere a número de horas trabajadas. Casi una cuarta parte de los empleados dedican a la tarea profesional entre 50 y 60 horas a la semana y, otro 57%, entre 40 y 50. Según Ruth Cerezo, 'esta situación se debe a que en la mayoría de las empresas trabajan contrarreloj, con la vista puesta en sacar el proyecto hacia adelante'.
Para no quemar demasiado a sus empleados, las organizaciones tratan de compensarlos con diferentes medidas, muchas de ellas dirigidas a conciliar la vida privada y la profesional. Entre ellas, la más común es canjear horas extra -casi nunca remuneradas- por tiempo libre. También el trabajo en casa y la jornada intensiva en verano empiezan a generalizarse en estas empresas que, además, suelen mostrar mejor disposición que las de otros sectores para acomodar el horario a las circunstancias personales.
A juicio de Francisco Gasset, 'los incentivos ayudan a que quienes los reciben mantengan con la empresa un compromiso mayor, y de ahí también que sean muchas las horas trabajadas'.
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