España sufre sin necesidad
El equipo de Argilés gana a Ucrania y hoy se enfrenta a Rusia por el quinto puesto
España luchará hoy (La 2, en diferido: 14.50) en París por el quinto puesto frente a Rusia, campeona en Sydney, tras vencer ayer por un gol a los jóvenes ucranios gracias a un cuarto de hora inicial muy inspirado, sobre todo por parte de Entrerríos y Xepkin. La asombrosa relajación posterior estuvo a punto de costar otro disgusto. Suecia y Francia disputan la final tras derrotar con muchos apuros a Yugoslavia (25-24) y Egipto (24-21) respectivamente.
El monótono juego de España por el centro, buscando pases al pivote como recurso casi único, originó que el partido llegase empatado (23-23) a los dos últimos minutos. Entonces apareció la clase de Duishebáiev y Ortega, que fueron decisivos, junto a Barrufet, quien paró el último balón. Rusia, derrotada por Egipto en cuartos de final, venció ayer (33-29) a Alemania.
Francia-Suecia, la final
Suecia sufrió lo indecible para doblegar a Yugoslavia, el verdugo de España. El partido tenía el perfil de una final anticipada, con el matiz de que la enorme presión ambiental del Omnisports de Bercy puede dar hoy alas a los franceses. Parecía que los escandinavos tenían el partido controlado (13-7 en el minuto 22 y 14-9 en el descanso) pero los balcánicos sacaron a relucir esa fiereza competitiva que les permite rendir al 100% cuando es imprescindible. Tanto, que el virtuoso Jovánovic logró el 21-22 a tres minutos del final.Sin embargo, estaba escrito que Suecia no podía perderse su séptima final consecutiva en grandes torneos (Juegos, Mundiales y Europeos): las paradas de Gentzel, la habilidad del pequeño Vranjes, los innumerables recursos de sus compañeros y la maestría de Lövgren, el mejor de ellos, quien marcó el 25-24 a tres segundos del final, contribuyeron a que se cumpliera la tradición.
Aunque pierdan hoy ante Yugoslavia en la lucha por el bronce, los egipcios volverán triunfantes a su país, donde el balonmano provoca casi una histeria colectiva, con el presidente Mubarak como hincha número uno. En la culminación del trabajo que el entrenador español Javier García Cuesta hizo hasta el Mundial de 1999, Egipto se ha convertido en el primer país no europeo que llega hasta las semifinales desde 1938.
Los africanos llevaron ayer la iniciativa en el marcador durante mucho tiempo, mientras Francia acusaba otra vez las bajas de Guillaume Gille, Kervadec y Burdet. La bisoñez en partidos de alta tensión hizo que Egipto desaprovechase varias oportunidades de noquear al anfitrión, aunque logró forzar un final de infarto para los 15.000 espectadores del Omnisports. Dos trallazos de Jerome Fernández otorgaron ventaja a los galos por 22-20 a dos minutos del final. Aún así, el egipcio Zaky hizo renacer la esperanza, logrando el 22-21 cuando faltaba un minuto. Pero el acierto del portero Martini y dos goles de Bertrand Gille y Anquetil hicieron posible que su insigne entrenador, Constantini, pueda retirarse hoy luchando por el oro.
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