Pla acusa al PP de eludir el control democrático y defender su propio interés

'Denunciamos que ha sido una práctica reiterada en las dos últimas legislaturas la negación de la documentación a los parlamentarios de la oposición o la constituciòn de comisiones de investigación impuestas desde la mayoría para obstaculizar la realización de su cometido'. Así se expresó ayer el Comité Nacional del PSPV en la primera resolución política que aprueba tras su constitución. Los socialistas no ahorraron críticas a la labor del Partido Popular y de su dirigente Eduardo Zaplana, a quienes acusaron de preocuparse únicamente por su imagen mediática y desentenderse 'de los intereses más fundamentales de la Comunidad Valenciana'.

Patrimonializar lo común

El secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla, criticó a Zaplana y su partido por patrimonializar la Comunidad Valenciana y descargar sus responsabilidades sobre la oposición. Unas críticas que se vertieron especialmente sobre el proyecto del Plan Hidrológico Nacional (PHN) y la negociación realizada por el presidente del Consell. 'El plan aprobado ha establecido la prioridad de uso por parte de Castilla-La Mancha sobre el agua del Júcar y el Segura en perjuicio de las comarcas del sur de nuestra Comunidad', indicó Pla, que añadió: 'El dictamen del Consejo Nacional del Agua consolida por ley algo que ya habíamos rechazado nosotros [duramente los gobiernos de Joan Lerma].

El dirigente del PSPV acusó al PP de preocuparse sólo por las obras hidráulicas y olvidarse del territorio, lo que provocará una tensión sobre la demanda y colocará a la Comunidad en una situación de insostenibilidad.

Joan Ignasi Pla acusó al PP de realizar una política partidista con el Plan Hidrológico Nacional y adelantó que los socialistas valencianos tendrán un papel protagonista en la propuesta alternativa que el PSOE presentará en el Congreso de los Diputados. En esta propuesta, según el líder del PSPV, no se descarta el trasvase del Ebro a la Comunidad Valenciana pero se prevén otras opciones.

En su primera intervención ante el Comité Nacional del PSPV, Joan Ignasi Pla fijó las tareas que el partido debe desarrollar en 2001: 'consolidar una nueva imagen ante la sociedad valenciana, articular un nuevo discurso más próximo al ciudadano y elaborar un proyecto alternativo de gobierno'.

En este contexto el dirigente de la federación socialista valenciana propuso al Comité Nacional constituir tres grupos de reflexión y convocar sesiones monográficas sobre 'un nuevo modelo de desarrollo para nuestro país, la calidad de vida en la sociedad del nuevo siglo y el lugar de la Comunidad Valenciana en el Estado'.

Pla recalcó a los miembros del Comité Nacional del partido la necesidad de hablar de política y de dejar de hablar de cuestiones internas. Una circunstancia que, según argumentó Pla, había contribuido a que el Partido Popular se hubiese instalado en los últimos seis años 'de manera cómoda' en el poder.

El secretario general del PSPV expresó no obstante su esperanza en el partido y en el hecho de que los ciudadanos empiezan a ver que las cosas no son como se las ha vendido el Partido Popular. 'La ciudadanía empieza a ver un cierto agotamiento en el PP, ya no están en estado de gracia y su proyecto tiene un punto decandente', dijo Pla, que sentenció: 'La polítita ficción está dejando de ser creíble'.

En la misma reunión del Comité Nacional del PSPV se aprobó la comisión de listas tal y como estaba prevista y se eligió a la Mesa del citado órgano que preside el alcalde ilicitano Diego Macià. Finalmente la alcaldesa de Quart no entró para dar representación a Alfred Boix de La Safor y a María Teresa Babiloni de Castellón.

El malestar generado por la exclusión de algunos sectores del PSPV en la comisión de listas no tuvo ninguna traslación, ya que las propuestas se aprobaron por asentimiento y sin mayor polémica en un intento conciliador por parte de los excluidos para no romper la tendencia ascendente del partido socialista.

Muestra de ello fue el reducido número de intervenciones en el Comité Nacional -sólo cinco- y que, a diferencia de lo establecido durante el mandado de Joan Romero al frente del PSPV, no se produjeron con puertas abiertas.