Un taxista encarcelado por transportar a inmigrantes declara que desconocía que eran indocumentados

Los tres indocumentados habían sido atendidos días antes por el ganadero de Barbate Miguel Trujillo, quien, según declaró ayer, los encontró en su finca 'mojados, hambrientos y medio muertos'.

Según el padre del detenido, Antonio López Domínguez, la titular del Juzgado número 2 de Chiclana, Carmen Fornell, dictó auto de prisión sin escuchar la declaración del ganadero, quien se personó en los juzgados para confirmar que fue él personalmente quien solicitó por teléfono los servicios de un taxi. Trujillo prestó auxilio desde el lunes a los tres inmigrantes indocumentados, a los que encontró perdidos en su campo 'desnutridos y en un estado deplorable de salud'. Les acogió, los alimentó, les curó algunas heridas y quemaduras que tenían e incluso les facilitó el contacto con un hermano de estos inmigrantes que reside en Italia, donde ha obtenido su regularización.

Cuando llegó el familiar de los indocumentados, el ganadero solicitó un taxista. Fue Juan Antonio López el que acudió con su vehículo a la finca del ganadero, situada en la pedanía barbateña de Zahara de los Atunes.

Identificación

Según la versión ofrecida por el padre del detenido, su hijo pidió a los inmigrantes que se identificasen antes de que se montasen. Aunque sólo uno de ellos presentó su tarjeta de residencia italiana, Juan Antonio López, que lleva ocho meses con licencia de taxista, pensó que era suficiente. Debía llevarlos a Sevilla. El viaje se interrumpió en el cruce de Tres Caminos, en Chiclana, donde una pareja de la Guardia Civil detuvo a todos los ocupantes del coche.

Allí fueron detenidos todos, tras el intento de huida de los tres indocumentados cuando les fue requerida la documentación. Estos inmigrantes han sido conducidos a Algeciras para proceder a su inmediata repatriación. El cuarto inmigrante, regularizado en Italia, fue puesto en libertad el viernes, aunque ayer no se personó en el juzgado para el careo con el taxita al que le citó la magistrada.

La Subdelegación del Gobierno en Cádiz informó ayer de que la Guardia Civil abrió un expediente para averiguar si el taxista prestaba un servicio ordinario o si, por el contrario, lo hacía de manera habitual y pertenecía a alguna organización de tráfico de inmigrantes. Según un portavoz de la Subdelegación, la juez habrá observado algún indicio que pueda confirmar esta posibilidad.

Sin embargo, la familia del joven, cuya defensa ejerce el abogado Diego Butrón Muñoz, niega que el joven haya violado la ley y aseguran que se ha convertido en una 'víctima' de la realidad de la inmigración clandestina. Para Antonio López Domínguez, se está cometiendo 'una injusticia' con su hijo: 'Mi niño tiene 24 años, carece de antecedentes y es una bellísima persona. Ha recogido, porque le llamaron a la parada, a cuatro inmigrantes, uno documentado, y lo han pillado en la carretera con otros tres indocumentados sin que él lo supiera. Ahora está en la cárcel injustamente como cualquier delincuente. Le pido a la juez encarecidamente que revise el caso de mi hijo, porque es inocente, y que admita la declaración del ganadero que recogió en su finca a los indocumentados'.

Ley insolidaria

Además del alegato en defensa de su hijo, López Domínguez hizo un llamamiento a los taxistas y a las personas solidarias de la provincia de Cádiz. A los primeros, les avisó de las consecuencias que pueden sufrir. 'Deben tener mucho cuidado con quien montan porque se les complica la vida totalmente', dijo. Por último, lamentó que la ley 'persiga a las personas solidarias'. 'A todos los vecinos del Sur les digo que no pueden ser humanitarios, que no pueden dar cobijo y atender a los necesitados, porque la ley, lamentablemente, lo prohíbe', espetó.