Abstracción rítmica
Unos de los gurus mundiales del tecno, el disc jockey norteamericano Jeff Mills, pasó por la capital, dentro de una gira de tres conciertos en España, para mostrar a los amantes de la dance music españoles los principios básicos de su manera personal de manejar los platos. Máximo exponente del tecno de la ciudad de Detroit, Mills ofreció tres horas de sesión, comenzando a las tres de la madrugada y terminando a las seis, en la que fusionó elementos de hardcore acid con tecno de carácter industrial que refleja a la perfección y de un modo minimalista del sentimiento nacido en una ciudad que fue cuna de la industria automovilística americana hasta que la decadencia del sector la dejó vacía de capital e ilusiones.
Como perfecto reflejo de sus intenciones cabe resaltar que Mills ha elaborado una segunda banda sonora del filme de Fritz Lang de 1926 Metrópolis. La pesadilla tecnológica prevista hace casi ochenta años por el cineasta alemán se ha convertido ya en lenguaje de ocio de la discoteca del presente, en ritmo para sacudir los cuerpos de nuevas generaciones a las que sacude el impulso de un bombo cuadrado y teñido de sonidos que jamás llega a convertirse en melodía al uso, resultando de todo ello una metáfora: la abstracción rítmica del tiempo presente.
