'Al poder, si es turbio, hay que fustigarlo'

El escritor Enrique Cerdán Tato, cronista oficial de Alicante desde el año 1987, critica y condena que el equipo de gobierno del PP en el Ayuntamiento de Alicante quiera prescindir ahora de sus servicios.

Pregunta. ¿Por qué cree que ha pasado esto?

Respuesta. Puedo pensar que el equipo de gobierno del Ayuntamiento está confuso, nunca han necesitado un cronista para nada. Jamás en estos años me han llamado, me han invitado a un acto, ni me han consultado, como es casi preceptivo o al menos de cortesía, cuando tenían que poner el nombre a una calle. Y si no está confuso, al parecer les molesto. Por razones, sin duda, ideológicas. Deberían entender que estamos en una democracia, y además practicarla. Personas que tengan ideologías opuestas, o muy opuestas, pueden entenderse con el diálogo.

P. Usted a pesar de todo ha continuado trabajando.

R. Yo siempre he trabajado, y ahora quizá más que nunca. Por eso me extraña que me acusen de 'inactivo'.Creo que la gente me conoce y he seguido trabajando siempre. Curiosamente, había enviado una instancia al alcalde comunicándole que acabo de terminar la historia de Alicante del siglo XX. No me ha contestado. Una actividad tan intensa, once años de redacción y trabajos, y nada. Es cierto que tuve una oferta previa de una empresa privada y la rechazé. Entonces no entiendo porqué me acusan de inactivo, quizá inactivo sea ese señor que lo ha dicho. Mi actividad está al completo, me piden crónicas desde Dinamarca y Holanda sobre Alicante que están escritas y publicadas. Siempre he escrito, y lo seguiré haciendo. He recibido muchos testimonios de apoyo de los alicantinos y personas que se han dirigido a mi para perdirme asesoramiento y les he atendido en casa. El otro día vino un joven albañil que preguntó si era la casa del cronista porque se había encontrado en una obra una carta de 1870 y pensó traerla aquí.

P. ¿Qué pasará ahora con la Historia de Alicante que está escrita?

R. La oferta está hecha al alcalde para publicarla. Para el Ayuntamiento, al margen de estas confusiones extrañas, la oferta se mantiene. Aunque si en un plazo razonable no recibo una respuesta, negativa o positiva, entonces acudiré a la empresa privada interesada en publicarla.

P.¿ Se considera victima de una caza de brujas?

R. Me considero incómodo y molesto. Pienso seguir molestando e incordiando todo lo que pueda y más. Porque al poder hay que fustigarlo, y más cuando es un poder turbio y autoritario. Hay que fustigarlo constantemente. Y deberían agradercerme que les fustigue, quizá aprendan algo. Porque el autoritarismo no es receta para andar por la vida, en una democracia, aunque si no se han enterado que estamos en una democracia es otra cosa. Hay libertad de opinión, puedo opinar lo que quiera y debo criticar, y asumo esa función con mucho gusto.

P. ¿Usted tiene la conciencia tranquila del trabajo hecho?

R. Naturalmente, si se pudiera pesar todo lo que he trabajado e investigado quizá nadie haya escrito tanto, aunque a peso no debemos valorar el trabajo. Miles y miles de folios escritos sobre Alicante... Pienso continuar haciéndolo, porque esta es la ciudad que quiero y aprecio, aunque no me ciego con amores estúpidos, ni con criterios que imponen desde arriba. Están liquidando la ciudad. Todos los gobiernos, unos y otros, unos por accción y otros por omisión.

P. ¿En qué sentido destruyen la ciudad?

R. Destruyen todo nuestro patrimonioartístico, como las termitas. Esto ya lo dijo Conde Lumiares, cuando subrayó que el alicantino es feroz para con su propia memoria. Estos señores ratifican las palabras de Lumiares. Dentro de poco nos quedaremos sin castillo. Pienso que incluso en el escudo de Alicante, en el que la roca es fundamental, si seguimos ascendiendo en los afanes especulativos, el castillo aparecerá rodeado de un palacio de congresos.

P. ¿Y toda esta polémica surge de aquí o de más arriba?

R.Creo que viene de instancias más altas. Es una forma infantil y boba de pretender un castigo que no tiene sentido. Hay que actuar con más solvencia y dignidad.