De rodillas a Santiago
El Gobierno, ya que le sale muy caro devolver drogados y maniatados a todos los inmigrantes, les promete (a los que tienen una promesa de trabajo) convertirlos en legales si vuelven a su país. El lema evidente es: ¿Para qué vamos a simplificar si podemos complicar?. La única explicación para tal gansada, para semejante esfuerzo que se les pide, es la esperanza de que muchos de ellos se mueran o les pase algo en el camino de ida y vuelta, de modo que regresen muchos menos de los que están hoy aquí. Pero para lograr tal fin, propongo algo que cumpliría con esas expectativas del Gobierno y, por lo menos, evitaría la saturación de los aeropuertos: que los inmigrantes convertidos en ilegales por las leyes (no porque ellos quieran serlo) hagan el camino de Santiago de rodillas y con la promesa de trabajo entre los dientes.
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