Farolas en Córdoba
Me he percatado de otro atropello 'farolil' (amén del de la Corredera) que se me antoja gravísimo. Se trata de la desaparición de las elegantísimas y hermosas farolas de hierro fundido y estilo fernandino que adornaban el paseo de la Ribera en Córdoba, de categoría sin par. Ha sido una enorme cantidad, y estaban en buen estado. Debieron costar al erario público (a nosotros) una fortuna. Y heme aquí que han instalado ahora unas farolas vulgares, simplonas y estéticamente deplorables (pero que también habrán costado dinero).
No creo que una solución urbanística pase por aniquilar lo bueno de antaño (léase farolas, árboles de la avenida Brillante o pérgola de la Victoria, antiguo edificio de la Oficina de Información...). Más bien al contrario, debe saber combinar la remodelación con la conservación de elementos existentes dignos de persistir. No he conseguido hablar por teléfono con los técnicos de la Gerencia de Urbanismo, del Ayuntamiento, ni del Plan Urban, aunque lo he intentado. Me gustaría saber, eso sí, dónde han ido a parar. ¿Estarán en las atarazanas municipales? ¿Se reutilizarán en otros espacios? Pero sobre todo, que alguien me explique por qué las han cambiado. Y por qué nos regimos por criterios económicos y cánones estéticos más que discutibles a la hora de remodelar urbanísticamente una ciudad Patrimonio de la Humanidad. Lanzo estas preguntas al aire sabiendo que son un brindis al sol. Y esto ocurre en un Ayuntamiento al que se le supone un cierto gusto por la cultura, la estética y lo sensible.
Cuando pasan estas cosas, me acuerdo de Roger Garaudy, que sin ser cordobés ha reinventado Córdoba sin cometer tales calamidades (museo de la Calahorra, Casa Andalusí, bonita tetería en Córdoba, por fin, y Biblioteca de Al-Andalus). ¡Y que no se le haya dedicado una calle, jardín o busto, que yo sepa, y en cambio a Baden Powell, sí!
Por cierto, ¿cuándo va a quitar -el que lo haya puesto- el desmesurado cartel (tipo autopista como las farolas de la Corredera) de Vallelano, que no hace sino entorpecer la maravillosa panorámica de los palmerales de dicha avenida?
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.