María José de Saboya, última reina de Italia
María José de Saboya, viuda de Humberto II, último rey de Italia, murió el pasado sábado a los 94 años en Ginebra (Suiza), donde vivía en el exilio. La fallecida, conocida como la reina rebelde -por su actitud contraria al régimen fascista de Benito Mussolini, que le hizo distanciarse de su familia-,
será enterrada junto a su esposo en el cementerio familiar de la abadía de Hautecombe (Francia).
Humberto II y María José sólo ocuparon durante 26 días el trono italiano, del 9 de mayo al 12 de junio de 1946. Un referéndum popular decidió entonces el establecimiento de la República. La Constitución aprobada un año más tarde impedía la entrada en territorio nacional de los varones de la casa de Saboya, condenando a la familia real al exilio, medida que la soberana siempre denunció por injusta.
María José, hija del rey de Bélgica Alberto I, nació en Ostende en 1906 y se casó en Roma con el heredero del trono italiano en 1930. La pareja tuvo cuatro hijos, entre ellos un único varón, Víctor Manuel, nacido en 1937 y actual pretendiente a la corona italiana. La soberana -una mujer de gran cultura, enamorada de la música y apasionada del deporte- intentó distanciar a los Saboya del régimen musoliniano y de los horrores de la guerra, lo que llevó a su suegro, Víctor Manuel III, a ordenar su prisión en el Palacio Real de Milán en 1943.
El presidente de la República italiana, Carlo Azeglio Ciampi, en un gesto sin precedentes, envió ayer sus condolencias a la familia real transalpina.
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