RTL, la radio francesa más escuchada, pierde dos millones de oyentes al intentar rejuvenecer la audiencia
RTL lleva más de diez años siendo la emisora de radio más escuchada de Francia. A finales de 1999 superaba el 17,1% de audiencia y se disponía a cambiar su equipo directivo. Jacques Rigaud, 20 años al frente de la dirección de la empresa, iba a pasarle el relevo a su segundo, Philippe Labro, periodista, novelista, cineasta y actor.
Recién comenzado 2001, RTL sigue siendo la radio líder, pero ha perdido más de dos millones de oyentes. Su 17,1% de cuota se ha convertido en un 13,2%, y RTL nota en su cogote el aliento -12,2%, en progresión del 0,7%- de France Info, la emisora de información continua del servicio público, la más fiable -según las encuestas- de todo el espectro radiofónico francés.
¿Qué ha pasado para que RTL esté viviendo lo que algunos califican de 'accidente industrial'? Primero, que Labro se mareó al descubrir que iba a dejar de hablar de noticias para sólo ocuparse de rentabilidad o índices de retorno de las inversiones. La depresión fulminante exigió un corrimiento de escalafón, y Stéphane Duhamel se encontró al frente de RTL.
El responsable de publicidad de RTL presionó a Duhamel, le dijo que la media de edad de los oyentes superaba los 50 años, y que era urgente rejuvenecer esa audiencia. Pero la solución-milagro de Duhamel consistió en cancelar el programa Les grosses têtes, 22 años en antena y más de tres millones de seguidores diarios, dirigido por el setentón Philippe Bouvard. 'No son los oyentes los que abandonaron RTL, es RTL la que abandonó a sus oyentes', resume uno de los cien periodistas de la emisora.
Bouvard, repescado por la competencia -Europe 1-, ha hecho que ésta suba un punto en la clasificación de audiencia. Y ahora, la RTL le ha propuesto volver a emitir Les grosses têtes, con un contrato fastuoso del que se desconocen los detalles, pero que Bouvard se ha apresurado a aceptar.
Los accionistas clave de la RTL -Bertelsmann, Pearson y Albert Frère- desautorizaron las exigencias de los publicitarios y la estrategia de Duhamel, que ha sido cesado, y la emisora tiene prisa por envejecer de nuevo su audiencia. 'RTL parecía el Titanic, sólo que mientras el barco se hundía la música que tocaban era buena', concluye otro reportero de la emisora en espera de los efectos positivos del retorno de la gerontocracia al poder.
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