Los legados de Alicante, a la vista
El Marq salda una deuda histórica al exponer fondos arqueológicos de antiguas donaciones particulares
El nuevo museo arqueológico de Alicante (Marq) acaba de saldar una deuda pendiente que mantenía con las personas que donaron hace años, de manera desinteresada, sus fondos particulares. La falta de espacio impedía exponer todas estas piezas que se almacenaban en las dependencias de la Diputación de Alicante.
Los legados del Marq es una muestra formada por 400 piezas arqueológicas procedentes de 25 colecciones distintas de familias alicantinas que desde la fundación del museo entregaron sus fondos para el disfrute de los alicantinos. 'Son piezas inéditas, desconocidas, que salen a la luz', comentó el arqueólogo Rafael Azuar, director de la sala.
En el primer plano de la exposición se puede observar la memoria gráfica de las excavaciones que se realizaron en el barrio alicantino de Benalúa en 1982. También figuran las Actas de la Comisión Provincial de Monumentos, que sirvió en 1932 para dotar de fondos al Museo Arqueológico Provincial, sala que con el apoyo desinteresado de los alicantinos, que donaron sus legados y colecciones, empezó a caminar. Una selección de piezas arqueológicas de gran valor, como es una lápida con inscripciones romanas hallada en la huerta de la Albufereta de Alicante, un busto romano y un par de ánforas, así como una réplica de la Dama de Elche que en 1908 realizó el escultor Ignacio Pinazo, son otras de las piezas que los organizadores de la muestra han destacado en el primer plano de la visita.
La primera parte de la muestra se completa con una selección de fotografías de Fernando Sánchez, que reproducen varios de los objetos hallados en las excavaciones que en 1934 se realizaron en la necrópolis de l' Albufereta, así como una serie de calcos, bocetos y dibujos de Juan Such.
La segunda parte de la exposición está dedicada a las colecciones numismáticas cedidas por Ramón Quiles, Isidro Albert, Andrea Azuar, Luis Pérez Cortés y Julio Furgús, entre otros. Se trata de monedas que componen estas colecciones particulares y que hasta la fecha no habían sido expuestas.
Cerca de 800 azulejos componen un pavimento del siglo XVIII, procedente de la casa de Rafael Beltrán, que se complementa con paneles de cerámica, que representan a un horchatero, y dos ejemplos de azulejería de cocina. También destacan los objetos de la colección de Julio Furgús, una serie de proyectiles y plomos romanos cedidos recientemente a la Diputación, y una colección de mobiliario donada al Marq por Rafael Beltrán de la Llave, que da paso a una zona reservada para la cerámica popular.
Los legados fundacionales cedidos para la muestra corresponden a Manuel Rico, Francisco Figueras Pacheco, el sacerdote José Belda, Vicente Martínez Morella y Enrique Llobregat. También se incluyen las colecciones numismáticas donadas por Isidro Albert, Rafael Azuar, así como los tesoros de Ardites y San Juan, el legado de Rafael Beltrán de la Llave (una colección de arte suntuario) y el Museo de la Cerámica de Ramón Quiles, con piezas de los siglos del XVIII al XX.
'Se hace justicia con todas estas personas y con sus familias que durante años no han podido ver el material arqueológico que cedieron sus antepasados', comentó el diputado de Cultura, Miguel Valor, quien anunció que la muestra se podrá visitar durante los próximos dos meses, y recordó que Los legados del Marq sustituyen a la exposición Argantonio, rey de los Tartesos, que abrió el museo el pasado septiembre.
Los responsables de las salas explicaron que continúan los trabajos para que en enero de 2002 se inauguren cuatro nuevas salas expositivas que completarán definitivamente la oferta del Marq, un museo que desde su inauguración ha recibido la visita de más de 25.000 personas, con una media diaria de 322 visitantes. La mayoría del público (21.600 personas), ha aprovechado las jornadas de entrada gratuita.
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