España vence con los suplentes a Groenlandia

Los suplentes de España se entrenaron contra Groenlandia, que participa por la renuncia de Cuba, y aseguraron la clasificación para la segunda fase del Mundial de Francia. Los nórdicos empezaron ganando, hasta que los hombres de César Argilés se pusieron las pilas. Tras la holgada victoria (31-16), hoy se enfrentan a EEUU (16,30, la 2), un equipo bastante más flojo que el de Groenlandia. Las primeras plazas se decidirán el sábado y el domingo, contra Alemania y Croacia.

En Groenlandia, una enorme isla que pertenece a Dinamarca pero goza de una autonomía deportiva similar a la de Gales y Escocia con respecto al Reino Unido, no es fácil practicar el deporte profesional, sobre todo en invierno: el medio de transporte normal es el avión, y hay pueblos comunicados exclusivamente por vía marítima; hacen falta 10 días para ir del norte al sur, o viceversa, jugar un partido y volver.

La enorme ilusión de los groenlandeses y la abulia inicial de los españoles explican que los primeros ganasen por 4-7 en el minuto 13. 'Mis jugadores pensaban que podían ganar en doce minutos. Luego, al comprobar que sus rivales saben jugar al balonmano, se dieron cuenta de que debían correr durante los 60 minutos', explicó Argilés. En el 17, España ya había empatado (7-7).

El resto fue una buena ocasión para hacer pruebas, aunque una de ellas tuvo que retrasarse hasta la segunda parte porque, debido a un error en la organización interna de la selección, Raúl González llegó a la cancha con una camiseta que no era la suya, por lo que le impidieron jugar. El incidente tiene cierta importancia: uno de los objetivos de Argilés era el rodaje de González como central para alinearlo cuando convenga reservar al maestro Duishebáiev. Al analizar el partido, el seleccionador mostró una preocupación moderada: 'Mis jugadores no terminan de entender que, ante defensas cerradas, deben imperar los lanzadores, y no la penetración y los pases cortos'. No es menos cierto que la motivación es difícil frente a un rival tan flojo.